jueves, 16 de diciembre de 2010

Arroceros de Norte de Santander piden ayuda por invierno


Los cultivadores de arroz están a punto de irse a la quiebra por los daños causados.

Los estragos se presentan en la zona del distrito de riego del Rio Zulia, porque el afluente ha arrasado cientos de hectáreas y dañado cosechas.

Por eso, más de 340 familias que residen en la zona hicieron un llamado a los gobiernos departamental y nacional, para que impidan que el río Zulia cause un mayor daño al registrado hasta el momento.

El invierno ha afectado unas 700 hectáreas, solamente de arroz, y tiene en riesgo otras 3.400.

Rubén Darío Fernández, gerente de la Asociación de Usuarios del Distrito de Riego del Río Zulia (Asozulia), denunció que una de las zonas más críticas es la de Astilleros, que quedó desprotegida al destruirse un jarillón que dejó un boquete de unos 100 metros por donde el río Zulia ingresó y arrasó con lo que encontró a su paso, por más de 600.metros.

Las aguas desbordadas del afluente acabaron cultivos de arroz, inundaron las casas de 28 familias y derrumbaron postes de energía eléctrica.

El representante del gremio, que agrupa a 1.200 usuarios, dijo que los canales de riego que se encuentran a punto de colapsar están ubicados en las zonas de Buena Esperanza (zona rural de Cúcuta), Londres, Zulia, Risaralda y Restauración.

Por su parte, Luis Alberto Gómez, vocero de los palmicultores, sostuvo que además del arroz, están en riesgo cultivos de palma de aceite y caña de azúcar. Dijo que por el río se ven bajar vacas, cabras, gallinas y otros animales de las fincas.

Aseguró que hace 10 días, 3 mil usuarios del sistema de acueducto en el municipio de El Zulia, a 12 kilómetros de Cúcuta, se encuentran sin servicio de agua, al tiempo que la vereda Encerraderos se mantiene aislada por derrumbes en la vía terciaria, lo que genera pérdidas en productos agrícolas de 117 familias de la zona.

El drama del invierno lo enfrentan José Alirio Carrillo y su familia, que viven en la vereda Pueblitos y le apostaron al cultivo de arroz. Sin embrago, la fuerza del invierno les arrasó las cuatro hectáreas que tenían listas para comercializar.

"Tengo siete personas que dependen de mi trabajo y ahora no sé qué hacer", dice el campesino, mientras asegura que hasta las gallinas que tenía para vender en diciembre el río Zulia se las llevó.

Por ahora los dirigentes de la zona esperan mitigar la fuerza del río Zulia y empezar a transportar material de roca desde un sector que servía de depósito de materia prima para una empresa cementera en la región, para cubrir el espacio de 100 metros que dejó la furia del afluente.


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