Gobernación llega con ayudas al Zulia y a San Cayetano

Cien mercados fueron entregados en la mañana de hoy a igual número de familias damnificadas del municipio de San Cayetano por parte de la Gobernación de Norte de Santander y a través de los funcionarios del Comité Departamental de Atención y Prevención de Desastres.

En la tarde del miércoles se enviaron al municipio de El Zulia carros cisternas del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Cúcuta, para suministrar de agua potable a los habitantes del casco urbano y veredas circunvecinas, quienes desde hace varios días no cuentan con el preciado líquido.

Funcionarios del Crepad indicaron que debido a los problemas climáticos fue imposible trasladar en los helicópteros del Ejército hasta el municipio de Abrego, provisiones y medicamentos, por lo que se tomo la determinación de hacerlo vía terrestre a partir de hoy.

Precisaron que ha sido imposible poder llegar con ayudas a poblaciones como Cáchira, Hacarí y San Calixto, pero que una vez existan las condiciones climáticas, se procederá a realizar los envíos correspondientes.

El Gobierno Departamental reiteró que Norte de Santander se mantiene en alerta rojas e hizo un llamado a los Alcaldes y habitantes que se encuentran habitando en zonas de alto riesgo, estar atentos para evitar la pérdida de vidas humanas.

En dialogo sostenido con el alcalde de San Cayetano Ender Enrique García Acevedo y varios de los concejales, la situación que está afrontando el municipio es bastante difícil, ya que existen más de 250 familias damnificadas que lo perdieron todo y que se encuentran ubicadas en las veredas de Ayacucho, Cornejo, Santa Rosa, La Florida, Urimaco, y La Hamaca.

Dentro de estas personas en su mayoría agricultores y comerciantes que vivían de los cultivos y del turismo, una gran cantidad de ellos hoy están en la calle, sin un peso y pagando créditos en las entidades bancarias.

Las aguas del río Zulia, dicen los moradores no solo de San Cayetano y Cornejo, si no de El Zulia acabo con el acueducto, se llevó las casas, arrasó con los cultivos de melón, arroz, caña de azúcar, tomate y hasta las plataneras.

Muchos campesinos que residen en la zona rural de estos dos municipios turísticos, han tenido que vender a menor costo su ganado, pues no hay pasto para su alimentación, los potreros están enfangados y los que quedan corren el riesgo de desaparecer por las aguas.

Las familias agradecieron la gestión del gobernador William Villamizar Laguado, de los alcaldes y concejales por haberlos tenido en cuenta en el suministro de mercados y agua potable, pero insistieron en que requieren de la misma forma colchonetas, materiales de construcción, subsidios de vivienda.