Hacia los Distritos Metropolitanos (Dr. Juan Camilo Restrepo)

Hace pocos días asistí en Bucaramanga a un interesante ejercicio: la Cámara de Comercio de aquella ciudad presentó un informe sobre la situación financiera de los cuatro municipios que conforman el área metropolitana al cierre del 2006: Bucaramanga misma, Piedecuesta, Floridablanca y Girón.

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Mi papel era el de comentar -desde una óptica independiente- dicho estudio.Me llevé una grata sorpresa revisando todas aquellas cifras. Las reformas puestas en marcha a comienzos de la década (muy especialmente la ley 617 del 2000) han dado excelentes resultados.

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Todos estos municipios han saneado sus finanzas en los últimos años; todos son actualmente autosuficientes, es decir, sus ingresos propios alcanzan para atender los gastos de funcionamiento y aún les sobra dinero para invertir; dependen hoy mucho menos de las transferencias del gobierno central que en el pasado; en los cuatro municipios los grandes impuestos que allí se recolectan (predial unificado, industria y comercio y sobretasa a la gasolina) vienen creciendo a más del 20% por año, es decir, cuatro veces más rápido que la inflación lo que denota un gran esfuerzo fiscal; en unos más y en otros menos- pero en todos ellos- se ha recuperado la viabilidad financiera, la capacidad de crédito, y se registra superávit fiscal.

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Esto que se está dando en los municipios del área metropolitana de Bucaramanga no es aislado: la generalidad de los municipios colombianos está marchando por el mismo camino. E igual sucede con no pocos Departamentos.

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Las finanzas públicas de las entidades territoriales están hoy en día en superávit lo que ayuda en no poca medida a equilibrar las cargas de las finanzas del gobierno central que -ésas sí- registran un abultado déficit.

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Mirando lo que está sucediendo en el área metropolitana de Bucaramanga se hace uno esta reflexión casi de sentido común: en estos centros de convergencia municipal se da una verdadera conurbación. Los linderos y confines de influencia de estos cuatro municipios se entrecruzan de una calle a otra hasta el punto que sus límites geográficos y económicos se confunden en la práctica.

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Acá es donde tendría mucha lógica crear distritos metropolitanos, o sea, un solo municipio, con una sola burocracia, con un solo concejo, con una sola alcaldía, con una sola contraloría, con una personería única, y, en fin, con una misma política fiscal y de inversiones públicas.

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Las economías de escala que se alcanzarían serían enormes. Políticamente esta transformación no resultaría fácil. Toca muchos intereses creados. Pero valdría la pena intentarlo si, efectivamente, se quiere ensayar algo de fondo en términos de organización territorial imaginativa y no solamente paños de agua tibia.Estos son los distritos que vale la pena crear. En vez de los que disparatadamente se vienen decretando últimamente (mediante reformitas constitucionales inconexas), sin que se vea ningún liderazgo del gobierno y mucho menos del Ministerio del Interior que debería ser el gran orientador de las políticas de la descentralización en el país.

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Recientemente, como se sabe, se transformaron mediante actos legislativos casuistas en distritos especiales a ciudades como Cúcuta, Turbo, Buenaventura y Tunja. Estas transformaciones jurídicas no tienen sentido. Como sí tendría lógica- por el contrario-transformar en distritos metropolitanos (ya habiendo agotado la experiencia de sus respectivas áreas metropolitanas) a los municipios del valle del Aburrá y de Bucaramanga que son las aglomeraciones urbanas más significativas del país después de la del Distrito Capital de Bogotá.

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Con los distritos que se están creando actualmente no se logran economías de escala ni mayores eficiencias. Con los segundos -los metropolitanos- se alcanzarían ahorros inmensos y notables racionalizaciones administrativas.