Secretaría de Gobierno apoya a la oficina de desplazados

Dando cumplimiento al plan de acción dispuesto para el presenta año, la Secretaría de Gobierno hizo entrega hoy (martes) al secretario de la mesa departamental de atención a población desplazada, Rubén Darío Yáñez, de un computador portátil, una cámara de video, una de fotografía, una impresora, dos ventiladores y cincuenta sillas.

Con estos implementos la administración departamental pretende contribuir en el mejoramiento de la atención y de los servicios que presta oficina en Norte de Santander a las familias vulnerables.

Octavio Martínez Acuña, secretario de gobierno dijo que meses atrás se había firmado un convenio entre el gobernador William Villamizar Laguado y los miembros de la Mesa Departamental, donde con unos aportes de la administración se les ayudaba para cumplir con su misión.

La Mesa Departamental de Atención es una entidad que agrupa a las asociaciones de población desplazada de los diferentes municipios y desempeña una función en virtud de la Ley 387, para lo cual requieren el apoyo y el respaldo de las entidades gubernamentales.

Rubén Darío Yáñez, secretario de la mesa de la entidad, agradeció el apoyo brindado por el mandatario seccional y el secretario de gobierno con la entrega de estos equipos, que permitirá prestar una mejor ayuda y colaboración a la población desplazada.

A su vez hizo un llamado a los gobiernos municipales para que al igual que la Gobernación contribuyan al funcionamiento y mantenimiento de este organismo, que es la caja de resonancia de estas personas que lo han tenido que dejar todo por culpa del conflicto armado.

El representante de los desplazados indicó que es evidente que la mayoría de municipios de Norte de Santander se encuentran en categorías 4 y 5, por lo que no poseen un gran presupuesto, pero esto no los exceptúa de la responsabilidad de brindar atención a estas familias vulnerables.

Yáñez señaló que una de las principales necesidades que hoy afrontan los desplazados es el de vivienda, generación de ingresos y de tierras. En la actualidad la mayoría de las personas que residen en los municipios nortesantandereanos viven arrimadas o en arriendo, no poseen recursos económicos para poder subsistir y poder solventar sus necesidades básicas y el nivel de pobreza es cada día más alto.