domingo, 18 de julio de 2010

Horas difíciles para decisiones responsables


1.-Escribo estas notas, mientras se hallan en pleno desarrollo, tanto en Colombia, como en Venezuela, diferentes gestiones ,procedimientos y expectativas, ante las demandas presentadas por el gobierno del Dr. Álvaro Uribe Vélez y los rechazos del Presidente Hugo Chávez Frías, del Canciller y cooperadores de su gobierno.

Los hechos, en su mayor connotación tienen referencia a la reiteración de las denuncias por la presencia de grupos insurgentes colombianos en Venezuela, y la facilitación de siete bases militares colombianas a los Estados Unidos de America, para cooperaciones en la lucha contra el narcotráfico. Súmase, a todo esto, la limitación y recorte de las operaciones comerciales adoptado por Venezuela contra Colombia y la evidente y notoria afectación de las actividades que le eran propias a las zonas limítrofes y circunvecinas, así como a una asfixiante centralización de todas las determinaciones y a periódicos in sucesos -que involucran muertes no clarificadas y diversas detenciones- , así como mora en la cancelación de obligaciones y la ninguna consideración a los proyectos básicos conjuntos, en medio de impresionantes indiferencias y pasividades, que contrarían el mensaje de “ Unión, Unión, Unión “que desde estos valles formulara el Libertador Simón Bolívar y acogiera El hombre de las Leyes, Francisco de Paula Santander, como Presidente y Vicepresidente ,respectivamente, de ese ejemplo e invitación a la labor compartida, como fue la Gran Colombia .

2.- Ha llegado a tanto el distanciamiento, la desconfianza y la irrupción de las más inverosímiles minucias e intrigas, que muy recientemente fueron exhumados los restos del Libertador –que reposan en Caracas -, con el fin de examinar los rastros de un posible envenenamiento al Padre de la Patria , cumplido supuestamente durante su permanencia en Colombia, según presunciones y febriles pareceres de quienes han hecho de la vida de Simón Bolívar una parodia de suspensos , irrespetando su memoria y el fulgor de su vivencia.

Cuando se polarizan las fuerzas y surgen degradantes expresiones y manifestaciones de soberbia, rencor y falta de decoro - tanto en lo personal, como en lo institucional-, solo vale recordar que es el pueblo, el más legitimo exponente de su suerte y que será él, en su más directa y comprometedora decisión, quien pueda dilucidar y finiquitar-en últimas- lo que esta ocurriendo. Y, es necesario destacarlo, porque lo existente, en nada favorece a la integración y consolidación continental de esta parte del mundo. Y, menos a las fajas territoriales de contacto limítrofe y a millones de colombianos y venezolanos.

3.-La pugnacidad - que debe frenarse de inmediato-, está fragmentando y relegando a tercerías, las múltiples opciones y perspectivas, que si se trabajara mancomunadamente y con apego a una respetuosa valoración de obligaciones y derechos, permitiría el retorno de la confianza extraviada y la estructuración y realización de planes, programas y proyectos de gran envergadura binacional y continental, con beneficio para todos, como tantas veces se ha expuesto. Por todo esto, hay que luchar para que haya luz en la heredad y claridad en las mentes de quienes orientan y dirigen a esta parte del mundo.

“El no habernos compuesto con Santander, nos ha perjudicado a todos “, fue el fallo de un hombre excepcional y visionario, que aún nos orienta. Y, el Eclesiástico, que es un libro de sabiduría moral y de experiencia de la vida, recuerda: “No dejes de oír el dicho antiguo, que es enseñanza de los padres de tus padres “.

Quiera Dios, que hayan ojos y oídos, que vean y escuchen, pronto y responsablemente.

Por: José Neira Rey


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