Intercambio comercial en la frontera colombo-venezolana ha bajado un 50 por ciento

La situación se registra desde julio del 2009 hasta la fecha, motivado por el conflicto diplomático entre ambas naciones.

La cifra preocupó a la Cámara de Comercio de Cúcuta, que se sentó a redactar una "hoja de ruta de intercambio e integración binacional", a ver si los planteamientos se concretan y se reactiva la actividad en la zona.

De los más afectados por el conflicto diplomático están los sectores de confección y calzado. Aunque no se reportan pérdidas en esos ramos, el director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Cúcuta, Pedro Sayago, asegura que aún no han podido sustituir la totalidad del mercado que tenían con los venezolanos. "Es una zona metropolitana consolidada, con casi un millón de habitantes. Y aún así es difícil", dijo.

El sector industrial de la zona no ha sufrido tanto, según Sayago, pues expone sus mercancías tanto en el mercado nacional como en el internacional.

Sin embargo, con las cifras del comercio en permanente caída desde julio del 2009, a los mercaderes de la frontera no les quedó más que tender un puente con el presidente venezolano Hugo Chávez a través de una carta. Aún no han obtenido una respuesta.

En cinco puntos se resumieron las solicitudes de la Cámara de Comercio de Cúcuta para el presidente Chávez. El primero es la cancelación de los recursos que la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) adeuda a los exportadores locales a través de combustible. Sayago calcula que se trata de unos 70 millones de pesos.

El planteamiento se concretaría con que Venezuela vendería gasolina en el Norte de Santander y con ese dinero pagaría a los colombianos. "La Cámara de Comercio podría articular acá a los exportadores locales en un Fideicomiso", dice el comunicado. Sayago agrega que la deuda corresponde sólo a los 150 comerciantes que hacen vida en la zona. No están contemplados los exportadores del interior del país.

El segundo punto es el establecimiento de un cupo de importación de manufacturas y alimentos para el Norte de Santander. Ambos estarían respaldados por un certificado de origen fronterizo. "El Norte de Santander es una despensa natural para Venezuela y nuestra gente vive de ese intercambio comercial. De otra manera, se incrementa la informalidad y crece el contrabando", refiere la carta.

Después plantean el aumento del cupo en las tarjetas de crédito venezolanas para la compra de alimentos, manufacturas y hospedaje en el Norte de Santander. Dice el comunicado que al fijarlo razonablemente la Cámara de Comercio podría garantizar que no haya especulación con divisas y que se mantengan los controles para el manejo de los recursos.

Los últimos dos puntos de la comunicación engloba la construcción. Primero piden que se apruebe un cupo de importación de ladrillos y productos artesanales y también consideran que en pro del desarrollo común, podrían ofrecer sus servicios en construcción y en el montaje de empresas solidarias en Venezuela.