Ciudadanos colombianos podrán declararse en estado de insolvencia

A partir del año entrante, quienes enfrenten graves problemas para el cumplimiento de deudas tendrán la oportunidad de renegociar sus créditos y compromisos de pago con los acreedores.

Lo harán en condiciones que les permita ponerse al día sin perder sus bienes. Ese es el espíritu de la Ley de Insolvencia para personas naturales aprobada esta madrugada por el Congreso de la República.

Los siguientes son algunos puntos claves de la norma:

1. Para que una persona se pueda acoger a la insolvencia, y tomando todas las precauciones del caso para cerrarle el paso a la cultura del no pago, deberá cumplir con algunos requisitos. El más novedoso es que se aumentará del 10 al 50 por ciento el porcentaje del monto de la deuda en mora.

"En otras palabras -explicó el representante Simón Gaviria-, si una persona tiene deudas por un total de 100 pesos y se 'cuelga' en el pago de 50 pesos, podrá beneficiarse de la insolvencia".

2. También se estableció la posibilidad que el deudor efectúe un intercambio de activos. Esta figura consiste en que si la persona tiene una deuda de 100 millones de pesos en cualquier tipo de crédito y quiere pagarla total o parcialmente con un bien inmueble avaluado en 150 millones de pesos, lo entregará y recibirá la diferencia".

3. Durante los 60 días establecidos para llegar a un acuerdo de pago, dentro del proceso de conciliación, no se cobrarán intereses de mora siempre y cuando haya un arreglo entre las partes.

Pero este derecho debe ser extendido al ciudadano y ese es el objetivo del proyecto de ley que está a punto de ser aprobado por el Congreso.

Estados Unidos, España, Uruguay y muchos otros países entienden que no tiene sentido económico ni social la liquidación de las personas cuando ofrecen capacidad de pago.

Las leyes de insolvencia son bondadosas porque las familias ganan al tener la oportunidad de ponerse al día y los bancos ganan al poder recuperar gran parte de la deuda. Lo otro son pleitos de siete años en los tribunales donde pierden ambas partes y solo ganan los abogados.