El bolívar llegó al histórico precio de 30 centavos de peso

La caída estrepitosa de la moneda venezolana es considerada la mayor debacle conocida y originada por la sobreoferta de bolívares en el mercado cambiario fronterizo, a raíz de la recesión económica.

El bolívar se venía cotizando a 35 centavos de peso, pero durante la semana fue devaluándose progresivamente hasta tocar la barrera de los 30 centavos.

Durante el fin de semana, el valor para la compra oscilaba entre 30 y 31 centavos, mientras que la venta tenía una tasa aún más inestable, pues debido a la incertidumbre en algunas agencias de cambio se vendía a 32,5 y en otras a 34 y 35 centavos de peso.

Operadores cambiarios de la frontera colombo-venezolana atribuyen la debacle de la moneda del vecino país a la devaluación que experimentó el dólar durante esta semana en Colombia, donde de 2.150 pesos, el precio bajó a 2.070 pesos, aproximadamente. El descenso de la divisa norteamericana hace más fuerte
al peso ante el bolívar.

La recesión que viven las economías de los países también ha hecho que el mercado cambiario fronterizo se sobresature de bolívares, por cuanto mucha gente venezolana llega a Cúcuta en busca de dólares; mientras que los ciudadanos colombianos, al verse obligados a aplicar la política de reducción de gastos, no generan demanda de bolívares porque ya no van de turismo ni hacen compras en Venezuela con la misma intensidad que antes, así la moneda esté barata.

Dirigentes gremiales aseguran que el problema de la devaluación se produce, en primer lugar, porque no existe regulación oficial en la conversión bolívar-peso en la frontera.

En segundo lugar, debido a que el gobierno venezolano ha ido cerrando el grifo de Cadivi, los venezolanos buscan las divisas que requieren para saldar sus necesidades y realizar pequeñas importaciones en el mercado de Cúcuta, lo cual produce una inundación de bolívares que satura el mercado y reimpulsa a la devaluación ante el peso colombiano.

El discurso político también crea zozobra y temor, y la gente pretende refugiarse comprando dólares, contribuyendo con la devaluación.