La noticia de la instalación de peajes en la carretera Cúcuta a Ocaña, es la confirmación de la incapacidad del ministerio de transporte para terminar esta vía.
El pujante departamento Norte de Santander, de otros tiempos, ha venido en decadencia por la desventaja que le ha ocasionado el hecho de quedarse rezagado en vías de comunicación desde cuando gozaba de los beneficios del ferrocarril y sus carreteras no eran inferiores a las de las demás regiones del país.
La carretera a Ocaña que es la misma que nos permite llegar al litoral Atlántico, es de suma importancia para el desarrollo de nuestra industria, minería y comercio. Estando nuestro departamento en el norte de Colombia, durante años, hemos tenido que viajar primero al sur para tener acceso a los puertos del Atlántico.
Los arreglos de la carretera a Bucaramanga se han convertido en algo interminable. La carretera de “La Soberanía” que nos comunica con Saravena y los Llanos Orientales, solo tuvo importancia mientras el petróleo se transportaba en carro tanques.
Mientras tanto la vía que va a comunicar a Venezuela con el interior de nuestro país, por Arauca, avanza rápidamente e incluso ya se ven las obras del SENIAT, en el límite de Venezuela con Arauca, como preparativo al recibo de las importaciones provenientes de Colombia.
El aislamiento de nuestro departamento es cada día más claro y peligroso.
Ante esta situación, el dilema no es si admitimos peajes o no, es si admitimos más engaño y retroceso o analizamos cuales son las verdaderas formas de librarnos de un mayor aislamiento para hacer parte de la solución.
FENALCO
RODOLFO MORA MORA
Presidente Junta Directiva
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