El Hospital Mental Rudesindo Soto ha atendido a 190 menores con adicciones farmacodependientes en la frontera. Seis menores de 14 años debieron ser tratados por consumo de heroína.
Mauro*, un joven que hoy tiene 15 años, ya sabía desde los 8 años qué era una borrachera y lo que sentía al fumarse un 'taco' de marihuana.
Ese fue el comienzo de su experiencia por el bajo mundo del alcohol y de las drogas en las calles de Cúcuta, donde terminó recluido en la Correccional de Menores, tras ser acusado de asesinar a un hombre durante una gresca callejera, hace apenas cuatro meses.
Al momento del problema, Mauro acababa de terminar el segundo proceso de rehabilitación y había pedido la salida voluntaria del hospital.
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