A la frontera con Venezuela ahora la cierran hasta 'pimpineros', comerciantes, contrabandistas y mototaxistas

Los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, que comunican a Norte de Santander con el estado Táchira, también los bloquean transportadores y hasta habitantes comúnes.

Tan solo la semana pasada se presentaron cuatro cierres temporales en los dos viaductos, que paralizaron por completo el tránsito seis horas diarias.

Así que los puentes internacionales ahora son quizá más importantes por los bloqueos que en ellos se realizan, que por la importancia histórica de unir a dos países vecinos que tienen la frontera más dinámica de Latinoamérica.

El último y más recordado cierre fue promovido por los consejos comunales de San Antonio del Táchira, que no dudaron en taponar el puente Simón Bolívar para protestar por una decisión judicial que tomó una juez, quien dejó escapar a varias personas, las cuales fueron sorprendidas en flagrancia intentando sacar alimentos de contrabando.

La reacción sirvió para que la enardecida comunidad encontrara eco en la Fiscalía y el Consejo de la Judicatura venezolano, que adelantaron las investigaciones y destituyeron a la juez que tomó esa decisión.

José Rozo, presidente de Fedecámaras Táchira, dice que este tipo de protestas también pueden ser utilizadas por organizaciones delictivas y a veces pueden usar a las comunidades para evadir algunas medidas por parte de las autoridades venezolanas o colombianas.

"Lamentablemente, la gente se ha acostumbrado a que la única forma para que se oiga a las comunidades es protestando. Y solo cuando causan estos trancotes, pérdidas y molestias aparecen las soluciones a sus solicitudes", explica el dirigente.

Portafolio