Mientras la Guardia Nacional de Venezuela intensifica los operativos para evitar que los alimentos subsidiados salgan hacia Colombia, los supermercados de la ciudad atienden una ola de compradores venezolanos, desesperados por la escasez en su país.
.
.
Hildana Nieto regresó ayer a San Cristóbal, en el estado Táchira (Venezuela), con el baúl de su carro repleto de alimentos colombianos, suficientes para un mes, que le costaron el doble de lo que habría pagado en su país por los mismos artículos.
"Lo hacemos por la escasez de productos de la canasta básica que hay en Venezuela, así el cambio no nos favorezca", explica ella, que en otros tiempos iba a Cúcuta por ropa, calzado y artesanías.
Esta vez llevaba 3 tarros grandes de leche en polvo, 2 paquetes de papel higiénico, varias botellas de aceite de mesa, salsa de tomate, arroz, azúcar y huevos.
Como ella, muchos de sus paisanos han tenido que cambiar la naturaleza de sus compras en la capital nortesantandereana debido al desabastecimiento de alimentos venezolanos, la mayoría subsidiados por el Gobierno de Hugo Chávez y llevados a Colombia como contrabando.
A su paso por el retén de la Guardia venezolana, a 200 metros del puente internacional Simón Bolívar, estaba tranquila. En la mano llevaba la factura de su compra, efectuada en uno de los grandes almacenes de cadena de Cúcuta, a donde ha ido a hacer mercado en los últimos dos años.
En Almacenes Éxito, los venezolanos ya son el 15 por ciento de la clientela, según sus administradores regionales. Supermercados como Carrefour y Victoria Plaza viven experiencias similares.
"Nuestros clientes del otro lado de la frontera son una población flotante que no ha cambiado mucho en los últimos años. A pesar de la baja del bolívar, nos siguen comprando, pero con dos diferencias: ahora adquieren alimentos y en grandes cantidades", cuenta un vocero del Éxito.
La caída del bolívar es compensada por estos compradores mediante el pago con tarjeta de crédito, que les permite obtener una relación prácticamente de 'uno a uno' entre su moneda y el peso colombiano (más de 900 pesos por bolívar fuerte). Si cambiaran divisas en la frontera para hacer sus compras en Cúcuta, apenas recibirían 430 pesos por bolívar.
En la otra cara de la moneda están los venezolanos dueños de supermercados. Franklin Gómez, administrador del Siempre Económico, en San Antonio del Táchira, asegura que sus ventas han bajado un 70 por ciento por la restricción de la Aduana y la Guardia Nacional a los artículos subsidiados que salen hacia Colombia, ordenada la semana pasada por el presidente Chávez.
.
"El colombiano siente temor de venir, porque le pueden quitar la mercancía", explica el comerciante.
Sobre este tema, el presidente de Fenalco en Norte de Santander, Luis Carlos Gaitán, opinó que la restricción de las autoridades venezolanas afecta más el consumo cotidiano de la gente de la frontera que el gran contrabando.
15 % de los clientes de Almacenes Éxito en la capital de Norte de Santander viven al otro lado de la frontera.
Los 13 que más escasean
Un informe del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas) concluyó que en el 2007 fueron 13 los productos con precios regulados que escasearon en los comercios. Paradójicamente, muchos se conseguían en la calle y en ventas informales, hasta por el doble de su valor original.
La leche en polvo lidera la lista, seguida de las caraotas (fríjoles negros), el azúcar, las sardinas en lata, los huevos, el aceite, la avena, las lentejas y las arvejas. Eventualmente se detectaron fallas en el suministro de pollo, carne de res, queso blanco duro y margarina.
En el último trimestre, según el Cendas, a los 13 rubros escasos se sumaron el arroz, las pastas, la harina de trigo, el pernil de cerdo y la salsa de tomate. "Si no se revisan los precios y se aprueba un aumento acorde con la inflación y los costos de producción, en lugar de 13 serían 20 los productos con problemas de abastecimiento este año" , advirtió el organismo.
.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario