lunes, 5 de noviembre de 2007

Al mototaxismo ahora lo usan para cruzar la frontera colombo-venezolana

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Los viajeros pasan así el puente internacional Simón Bolívar, entre Villa del Rosario (Norte de Santander) y San Antonio (estado del Táchira), en un recorrido que es más rápido y económico.

Unos 39 motorizados de Cúcuta, Villa del Rosario, Los Patios y San Antonio (Venezuela) unieron esfuerzos para crear la Cooperativa de Mototaxis de la Frontera (Motofrontera), la primera dedicada a esa actividad en medio de la economía informal de la región.

Uno de ellos es José Gómez, quien encontró la forma de sacarle el mejor provecho a su nueva motocicleta.

"Trabajo a diario hasta nueve horas corridas (de 6 de la mañana a 3 de la tarde) y regreso con 25.000 pesos, en promedio. Pero quien le da todo el día puede sacarse hasta 45.000 mil", dijo Gómez, que decidió compartir esa labor con su esposa y repartirse las responsabilidades de la casa.

José Peña, presidente de la cooperativa, dice que si bien el mototaxismo en los puentes internacionales comenzó a operar en abril, hace dos meses pudieron organizarse. "Somos 40 agremiados y no permitiremos que lleguen más porque ese era el cupo. Buscamos gente conocida y responsable, que lleve con seguridad al pasajero, que lo trate bien y le preste un bien servicio", aclaró.

Los nuevos 'huéspedes' de la frontera colombo- venezolana siempre están desde las 6 de la mañana en el barrio La Parada, de Villa del Rosario, a escasos metros del puente que une a Colombia con San Antonio del Táchira.

Cada viaje al otro lado de la línea divisoria cuesta 1.000 pesos. Sube a 2.000 pesos cuando el recorrido es más largo. También ofrecen el llamado 'doblete', que es llevar al cliente, esperarlo a que realice su trámite y devolverlo al puente, por 5.000 pesos. Otro de los servicios son los envíos de sobres y paquetes a alguno de los dos países, solicitados por teléfono.

Mariela Herrera, cucuteña que trabaja en una fábrica de bolsos, en San Antonio, es de las mejores clientes de los mototaxistas. Los utiliza a diario para ir a laborar o cuando quiere realizar un trámite en Cúcuta. "Las filas de carros, en ambos sentidos, son interminables. Con ello me ahorro mucho tiempo y la vuelta me sale bien barata", manifestó.

Ana Jaimes tiene su propia estrategia cuando va a San Antonio: "Como tengo carro, lo dejo en La Parada y voy a hacer la vuelta en mototaxi, que es más rápido".

Pero las dificultades no han sido ajenas a este nuevo gremio, que tuvo problemas para trabajar durante los 17 días que duró cerrado el puente y ahora tienen en las autoridades de tránsito venezolanas a su mayor obstáculo, pues les decomisan las motos por la prohibición de llevar parrillero.

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