Se quemó por contestar el celular en la estación de gasolina

Luis Enrique Patiño, de 21 años, fue a tanquear su vehículo de gasolina en una estación de San Antonio, estado Táchira (Venezuela), el sábado en la tarde.

Salió de su residencia en Villa del Rosario y atravesó la frontera. En la estación hizo la ‘cola’ y se preparó para su turno.

Al llegar al surtidor apagó el vehículo Renault 21 y se bajó. Tomó la manguera y la introdujo en la boquilla del tanque de la gasolina. Al lado, un bombero atendía otro vehículo.

La llamada

En el momento que Patiño echaba la gasolina su teléfono celular timbró. De inmediato el bombero lo miró.

El empleado de la estación alcanzó a advertirle que no contestara. Sin embargo, Luis Enrique ya tenía el dedo sobre el teclado y le oprimió el botón activando la llamada.

Una llamarada envolvió de frente a Patiño como si se tratara de una carga explosiva y el detonador fuera el celular.

Sobrevino la emergencia cuando el vehículo que surtían al lado expulsó otra ráfaga de fuego que se estrelló contra el surtidor. En una rápida acción el bombero tomó un extintor y apagó el surtidor. Pasados unos segundos el fuego cesó en las bocas de los tanques.

Luis Enrique Patiño sufrió quemaduras en los brazos y la cara. Fue trasladado a un centro asistencial en San Antonio y posteriormente remitido al Hospital Universitario Erasmo Meoz en Cúcuta.

“Yo estaba parado frente a mi carro y apenas contesté el teléfono salió la candela y del otro carro también. Afortunadamente no le hizo nada (quemaduras) a nadie más”.

Patiño aceptó que conocía sobre las recomendaciones de no utilizar teléfonos celulares en las estaciones de gasolina, pero le pasó como a Santo Tomás, hasta que no vio, no creyó.

“En la bomba (de gasolina) está el aviso advirtiendo que no se debe contestar, pero uno no cree... Antes ya lo había contestado, pero nunca había pasado eso”.

Las quemaduras de Luis Enrique Patiño fueron de segundo grado y hasta ayer se mantenía en la Unidad de Cuidados Intensivos del Meoz.

El riesgo

Según informó un oficial del Cuerpo de Bomberos de Cúcuta en la ciudad no se han presentado incendios, explosiones o personas quemadas en las estaciones de gasolina por contestar los teléfonos celulares. Este sería el primer caso conocido en el vecino país.

Sin embargo, no dudo del riesgo que podrían generar las ondas electromagnéticas de los equipos celulares en lugares de concentración de combustibles, por lo que en algunas estaciones se instalaban avisos con la prohibición de utilizarlos mientras se llenan los tanques de los vehículos o motocicletas.

Sobre el tema, aparecen en la Internet algunos casos, ocurridos en otros países, de personas quemadas en estaciones de gasolina por el uso de los teléfonos móviles.

En una estación de gasolina en Bandar Sri Damansara (Malasia) el dueño del carro puso su teléfono celular sobre el techo y comenzó a cargar combustible. El aparato sonó y el carro se incendió por los vapores que salían del tanque.

En otro caso, un hombre se quemó la cara mientras hablaba por teléfono y llenaba de combustible el automotor. Un tercero, cuando a un hombre se le quemó el pantalón puesto que el teléfono estaba en el bolsillo y sonó mientras tanqueaba el vehículo.

Para evitar riesgo es preciso tener en cuenta que la utilización de accesorios manos libres no reducirá el peligro.

Mantener los teléfonos celulares apagados o dentro del vehículo y no contestarlos mientras se surte de gasolina es lo más adecuado y reduce el riesgo.

Los teléfonos móviles no han sido diseñados, ni se ha aprobado su uso en “atmósferas potencialmente peligrosas”. Esto incluye estaciones de servicio, áreas de almacenamiento de productos químicos, etc. Es decir, todos aquellos sitios donde una chispa eléctrica pueda provocar un incendio o explosión.

Aparentemente es el teclado o el timbre el que produce una pequeña chispa, suficiente para encender los vapores de combustible, refieren algunas páginas especializadas en la Internet.

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Tomemos medidas preventivas y apaguemos el celular desde el mismo momento de ingresar a la estación de gasolina.