sábado, 18 de diciembre de 2010

Muy delicada la situación en Gramalote



La población de Norte de Santander es evacuada tras una orden enviada desde la gobernación.

La población, de 3.000 habitantes, es amenazada en su casco urbano por un alud, según informaron las autoridades.

El gobernador del departamento, Wiliam Villamizar, y el director del Comité Regional de Prevención y Atención de Desastres (Crepad), Aldemar García, impartieron desde Cúcuta, la orden de desalojo inmediato de la localidad fronteriza con Venezuela, cruzada por una falla geológica.

Rafael Ángel, alcalde de Gramalote, pidió a las autoridades apoyo aéreo para evacuar a los habitantes, y dijo a emisoras de radio que muchos pobladores se encuentran en pánico.

"Las casas en Gramalote sonaban como si las estuvieran demoliendo con una máquina, como cuando uno empieza a partir icopor", asegura José Carrillo, un profesor del municipio nortesantandereano, que parece un pueblo fantasma. El 90 por ciento de los 3.200 habitantes del perímetro urbano de este pueblo cafetero ya abandonó sus viviendas por temor a que continuaran los derrumbes.

Existe el riesgo inminente de una destrucción total, porque se detectó, tras la reunión del alcalde con las autoridades ambientales y de la Gobernación de Norte de Santander, que existe un permanente movimiento de tierra por saturación de aguas subterráneas.

"Para prevenir pérdidas humanas es mejor evacuar. Esto es muy complicado, la gente lloró y se vivieron escenas muy dramáticas, pero no queremos aportar más muertos como ha ocurrido en otras regiones del país", sostuvo el mandatario, quien es de las pocas personas que se mantiene en la población.

En las calles de Gramalote se observaban colchones, camas, muebles, elementos de cocina y ropa que guardaban en cajas y maletas. Para empezar a salir, la Gobernación dispuso de varios buses, al tiempo que los vehículos que prestan el servicio público comenzaron a movilizar las personas que llevaban sólo lo necesario, tras cerrar sus casas y encomendarlas a la Virgen de Monguí, la patrona de los gramalotenses.

En la madrugada del viernes, los habitantes del municipio, distante 51 kilómetros de Cúcuta, empezaron a escuchar ruidos y a sentir algunos temblores en sus casas. Era el comienzo del desprendimiento de tierra de un cerro aledaño, que fue a parar a la parte alta del pueblo, donde está ubicada la Urbanización Santa Anita.

Los ocupantes de las 97 viviendas del sector empezaron a ver cómo sus casas se agrietaban y varias calles se hundían. El drama obligó a evacuar rápidamente y a correr hasta el parque principal, con algunas pertenencias. La situación alertó a toda la población, luego de que al menos una docena de viviendas se vino abajo en la parte alta.

El drama pudo ser peor. Un tanque de almacenamiento de agua potable de la urbanización con una capacidad de 50 mil litros fue desocupado anoche y hoy alcanzó a agrietarse.

El alcalde aseguró que los barrios más afectados son Santa Anita, Casa Verde, Nueva Granada, Laureano Gómez, Santa Rosa y La Lomita. Por ahora, algunas familias fueron ubicadas en albergues temporales que se encuentran en las afueras del pueblo. Sin embargo, la gran mayoría, incluyendo las 150 personas de la tercera edad, salieron hacia municipios cercanos como Santiago, San Cayetano, El Zulia y Cúcuta.

Un retén militar fue instalado en el sector de Puente Gómez, en la vía que une a Gramalote con Cúcuta, para impedir que avivatos se movilicen con intención de cometer robos en las viviendas abandonadas.


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