El quinteto antioqueño ganó la serie final 4-1 ante Cúcuta Norte

Anoche, en el quinto juego de la serie final ante Cúcuta Norte, disputado en el Coliseo Toto Hernández de la capital nortesantandereana, Arrieros derrotó a su rival en un vibrante partido (93-85) y se adjudicó el título de la Copa Invitacional de Baloncesto.

Arrieros, que no saboreaba las mieles del triunfo desde el año 2001 cuando derrotó en esa ocasión a Piratas de Bogotá, sumó su cuarto título en la era profesional de este deporte en nuestro país y se convirtió en el equipo con más títulos de pelota naranja en el territorio nacional, frenando además una racha de dos campeonatos consecutivos de los cucuteños, que se habían vuelto “invencibles” en estos últimos años.

La serie, que se esperaba fuera más prolongada, por la categoría del equipo que los paisas tenían al frente, fue liquidada rápidamente por los antioqueños, al ganar cuatro de los cinco juegos que se celebraron.

Y parecía impensado definir el título de visitante, por la presión que ejercen los aficionados cucuteños y por la nómina que tenía Norte en este certamen (la mayoría venezolanos), además por la sabiduría del experimentado entrenador puertorriqueño Tony Ruiz.

El Partido

Arrieros dominó con facilidad los dos primeros periodos y aprovechó el letargo deportivo con el que inició su rival. En esos pasajes, Stalin Ortiz y Norbey Aragón marcaron la diferencia en el quinteto visitante y terminaron con 16 y 11 puntos respectivamente, dándole una mano fundamental a su equipo que culminó el primer tiempo ganando 47-40.

Para la segunda mitad (tercer y cuarto periodo), los de Ruiz salieron a arroyar y equilibraron la balanza. Eleuterio Rentería, con dos triples, y Édgar Moreno, con cinco tiros libres convertidos, de seis que tiró, por dos técnicos que decretaron a favor de los anfitriones hicieron que Cúcuta se pusiera en ventaja 56-52 y que luego terminara ganando esa estación por 66-65.

Pero en el cuarto y definitivo la historia cambió y el beneficiado por cuenta de las faltas fue Arrieros, y el venezolano Guillent las provechó.

El juego se veía para cualquiera de los dos, pero apareció Andrés Arcila y, con dos triples le dio los puntos y la seguridad definitiva a los de Antioquia para que al final la diferencia se hiciera suficiente y poder gritar tras nueve años de ayuno: “campeón Arrieros, campeón”.

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