'Nos pusieron capuchas y nos tomaron fotos', dice mujer detenida con su hija en Ureña

Alba Lucía Alzate, junto a otros cuatro colombianos, fueron señalados de ser paramilitares.

Todos, entre ellos una niñas de 16 años, fueron detenidos el 9 de junio. Ella contó cómo en el vecino país les pusieron capuchas y les hicieron fotos, que luego salieron en los medios.

"Al otro día (de la detención) nos colocaron unas capuchas, menos a mi hija; nos pusieron frente a una mesa con dos armas y luego nos tomaron fotos. Yo lo único que hice fue coger la mano del que estaba a mi lado, quien me dijo: 'Vea, nos encochinaron'", recordó la mujer, oriunda de Montenegro (Quindío).

Alzate contó que su sueño era ir a Venezuela y aprovechó que estaba en Cúcuta para conocer el vecino país. "Llegamos a Ureña (Táchira) a la 1:00 de la tarde. Me sentía feliz", recordó Alzate, quien comentó que cruzó la frontera en compañía de dos comerciantes.

Y cuando se disponían a tomar algo para la sed, llegó una patrulla de la Policía y los agentes se bajaron apuntándoles con sus armas. "Nos dijeron que alzáramos las manos. Lo único que teníamos allí eran unos celulares. Nos ordenaron que los pusiéramos en el suelo", señaló.

Luego los dirigieron a la estación y les dijeron que antes de soltarlos tenían que averiguar si en Colombia tenían antecedentes.

"Nos explicaron que, si no teníamos, nos dejaban en libertad, pero era mentira", comentó.

Aunque a Alba Lucía la dejaron en libertad el pasado viernes, su preocupación continúa porque su hija sigue detenida. "Sólo ayer me enteré de que había sido trasladada a San Cristóbal (Táchira).

Mi niña está en un juzgado para menores, pero no sé nada más", manifestó.

Y Lucelly Parra, esposa de Jhon Keny Cabezas Torres, uno de los dos hombres que aún permanecen detenidos en el vecino país, dijo que su esposo es un comerciante y que no tiene idea de por qué lo acusan de un asesinato. "Él estaba en Cúcuta con tres de sus colaboradores. Fueron de paseo a Venezuela y allá los arrestaron", aseguró.

Lucelly señaló que su cuñado, Alexánder Cabezas, viajó a Venezuela a ver qué podía hacer. "Él nos contó que cada vez que preguntó por ellos, en la Policía le decían que ya estaban muertos", dijo Lucely.

El otro colombiano detenido es Diego Fernando Cardozo Vanegas, de 26 años.