UNO DE los interrogantes que despierta el acuerdo de unidad nacional, en torno al gobierno del electo presidente Juan Manuel Santos, es si estará en capacidad de ofrecer un equilibrio en la participación de las diferentes colectividades que lo integran. La conformación de las mesas directivas del Congreso es la primera prueba de fuego y ya se sienten voces de inconformidad.La primera situación se vio el martes pasado, en la reunión de los compromisarios del Partido Social de Unidad Nacional (La U) y el Partido Conservador para analizar una propuesta de la primera de estas colectividades sobre mesas directivas de las siete comisiones de Cámara. Sin embargo fue muy poco lo que se avanzó porque los conservadores vieron con preocupación que perdieron representación mientras que los liberales la ganaban, con referencia a una primera propuesta que se había realizado la semana anterior.
En consecuencia, los conservadores pidieron tiempo para analizar la propuesta y, de ser el caso, presentar una contrapropuesta en los próximos días.
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