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domingo, 27 de junio de 2010

Complot contra la reina


SEMANA indagó quiénes están detrás del siniestro atentado con ácido contra la reina de belleza de Cúcuta. El nombre de otra candidata está involucrado.

La tenebrosa noticia le dio la vuelta al mundo. Y no era para menos: una reina de belleza de 22 años fue atacada por un desconocido que le arrojó ácido en el rostro. El líquido le cayó también en el pecho y le produjo delicadas quemaduras. El atacante la esperó en la puerta de su casa en Cúcuta, justo un día antes de que la joven, que para todos era la favorita, se alzara con la corona que le permitiría ir a Cartagena para aspirar a ser la Señorita Colombia 2010.

Durante los siguientes días al ataque, ocurrido el 10 de junio, una nube de periodistas nacionales e internacionales llegó a la ciudad y montó guardia frente a la casa de María Fernanda Núñez Gutiérrez, esperando la oportunidad de hablar con ella y de registrar la evolución de sus quemaduras. CNN en Español, el programa Séptimo día de Caracol y esta revista fueron los primeros medios que lograron hablar con la reina, que se recupera en una habitación con temperatura e iluminación regulada para tratar de minimizar las eventuales cicatrices.

El certamen de elección departamental se congeló y dos candidatas renunciaron en solidaridad con su compañera. La organización del Reinado Nacional de la Belleza otorgó un plazo extraordinario para ver si 'Mafe', favorita de favoritas, logra recuperarse e ir a Cartagena. La Policía ofreció una recompensa de diez millones de pesos por información que ayude a esclarecer el caso y los cucuteños, por su parte, marcharon para rechazar la agresión a la reina. "Necesitamos resultados y responsables, que este crimen no vaya a quedar impune", dice Eduardo Maldonado, mánager de María Fernanda desde que ella tenía siete años, cuando empezó su carrera como modelo infantil. Desde entonces, con el apoyo de su familia, ha ido alcanzando todos los títulos importantes del mundo de la belleza: Niña Bonita, Miss Belleza Juvenil Norte de Santander y Miss Belleza Juvenil Colombia. El año pasado sorpresivamente fue virreina departamental; nadie entendió el veredicto del jurado por lo que la convencieron para que se presentara nuevamente este año. Quienes la conocen aseguran que el éxito no la ha afectado y que sigue siendo una niña de casa. Paralelo a su 'reinado', María Fernanda estudió Ingeniería Civil. Todas estas condiciones, sumadas a sus atributos naturales, la hacían la favorita para alzarse con la corona el 11 de junio. Pero alguien truncó su coronación con un chorro de ácido.

A dos semanas del episodio todo el mundo se sigue preguntando quién es el responsable del infame ataque y qué lo motivó. En las calles de Cúcuta se tejieron todo tipo de versiones: que el siniestro ataque era obra de las mafias locales, que el responsable era un loco suelto o que todo fue maquinado por un empresario del mundo de la belleza. SEMANA investigó y encontró los principales elementos que hoy orientan a las autoridades y que permitirán que próximamente uno de los autores del ataque sea procesado.

La investigación arrancó desde la misma noche del atentado. Hacia las 11:30 de la noche, María Fernanda regresaba a su casa con sus padres, luego del último ensayo previo a la elección y coronación de la Señorita Norte de Santander.

Ella se bajó del carro y se adelantó para abrir la puerta de su casa mientras sus padres estacionaban. En ese momento un hombre joven y algo gordo se le aproximó y la sorprendió, al volverse la joven recibió el chorro de un líquido que de inmediato hizo entrar en un estado de histeria tanto a ella como a sus padres. Los gritos activaron las alarmas del vecindario, pero el agresor, tras rociarla presionando una botella plástica de gaseosa, logró huir. Corrió hasta doblar la esquina y allí otro hombre que manejaba una moto con las placas cubiertas lo esperaba. Se dieron a la fuga sin dejar más rastro que la botella.

María Fernanda, envuelta en una nube blanca por la reacción corrosiva del ácido en su piel, logró entrar a su casa y como pudo se metió debajo de la regadera. Se dejó caer abundante agua mientras trataba de entender qué ocurría. Esa reacción inmediata fue lo mejor que pudo haber hecho, según le explicaron los médicos después. "Ese líquido me cortó la respiración, sentí un ardor impresionante y por dentro como si algo se me estuviera desgarrando… En el espejo me vi el lado derecho de la cara totalmente blanco y los labios y el busto quemados", dice. Luego fue llevada a la clínica, donde recibió la atención necesaria. Desde entonces ha visitado distintos especialistas, desde cirujanos hasta sicólogos.

Su recuperación ha sido muy buena. Hoy apenas tiene una tonalidad distinta en las zonas afectadas, pero no permite fotos. Los expertos le dicen que extremando todos los cuidados no le quedará ninguna cicatriz. La visión borrosa de su ojo derecho por la córnea afectada es lo que más le preocupa aunque el oftalmólogo le asegura que recuperará la vista a la perfección. "Pensé que el resultado iba a ser mucho peor. No fue así gracias a que el tiempo de exposición al ácido fue corto. La intención era causarme un daño permanente; gracias a Dios no se cumplió ese objetivo".

Analizando los residuos y las prendas que María Fernanda vestía el día del ataque, un grupo interdisciplinario de la Policía Metropolitana de Cúcuta ató los primeros cabos. El peritaje determinó que el elemento empleado fue ácido clorhídrico líquido, un insumo de venta restringida. Con esa información se hizo un barrido de los almacenes químicos autorizados para venderlo en Cúcuta. Los investigadores analizaron los cuadernos de venta de los almacenes y pronto encontraron en uno el registro de un comprador inusual. El personaje además llamó la atención porque insistió en llevar dos botellas del elemento para usarlo en una tintorería, pese a que el tendero le explicó que el ácido no tiene ese tipo de aplicaciones.

Se trata de Fabián Sáez Ibáñez, un hombre joven que se identificó con su cédula el 10 de junio en el almacén químico donde compró las botellas de ácido. Sáez es pareja de Yesid Ramón Gómez, quien a su vez es primo de Carolina Gómez Gómez, una de las ocho candidatas que competían con 'Mafe' para ser Señorita Norte de Santander y representar al departamento en Cartagena. Carolina Gómez, favorita junto a la candidata agredida, es una ingeniera de telecomunicaciones de 23 años que aspira a la corona departamental en representación del municipio de El Carmen. Personas del mundo de la belleza en Cúcuta hablan de ella como una joven intachable y disciplinada.

Las autoridades cuentan con material documental que evidencia que la pareja gay apoyó activamente la candidatura de Gómez. Además varios testigos que declararon ante la Policía Judicial dejan a estos dos muy mal parados. Hasta ahora no se puede concluir que la candidata Gómez estuviera enterada de los actos de sus dos allegados. La joven asegura que no solo ellos dos sino toda su familia están comprometidos en respaldar su aspiración. "Estoy anonadada con esta información; lo único que puedo decir es que no desconfío ni de mi primo ni de su novio", asegura.

La Fiscalía está a la espera de un concepto integral de Medicina Legal que permita determinar el estado y la afectación real que sufrió María Fernanda Núñez, a quien en una valoración preliminar le dictaminaron lesiones menores con 20 días de incapacidad. Según el Código Penal, con ese dictamen no es posible librar una orden de captura, por lo que el ente investigador prefiere esperar el concepto definitivo. Una vez se tenga ese análisis integral, la Fiscalía procederá a judicializar en audiencia pública a quienes hasta ahora la investigación señala como presuntos responsables. Entre tanto, las pesquisas continúan.

Los investigadores ahora, con buenos indicios, tratan de determinar, por un lado, quiénes fueron los autores materiales del ataque a la reina y, por otro, si hay algún eslabón más, alguien que haya participado de algún modo en el hecho. "¿Quién más, en cualquier nivel, se vería beneficiado con sacar de la competencia a María Fernanda Núñez?", se pregunta uno de ellos.


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