Iglesia colombiana lamenta que liberación de rehenes tenga 'tintes políticos'

Monseñor: Juan Vicente C.

El secretario de la Conferencia Episcopal colombiana, monseñor Juan Vicente Córdoba, lamentó que el proceso de liberación de dos uniformados en poder de las FARC previsto para finales de febrero tenga "tintes políticos".

En entrevista con Caracol Radio, Monseñor Córdoba dijo que no es su papel "decir a quién beneficia hablar de estas cosas" y agregó que es "muy triste (...) que estos procesos se enturbien por momentos políticos del país".

"Eso debería separarse: una cosa es lo político, que tiene todo el derecho a tomar su curso, y otra es que unos hermanos estén encadenados a un árbol en la selva", aseveró.

Según el prelado, la Iglesia Católica colombiana ejerce de "garante y mediadora" entre el Gobierno y la senadora liberal Piedad Córdoba respecto a la entrega de rehenes por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la principal guerrilla del país.

La senadora Córdoba adelantó ayer que es requisito para la liberación de los militares Pablo Emilio Moncayo y Josué Daniel Calvo,así como de los restos del mayor Julián Ernesto Guevara, que el Ejército se abstenga de hacer sobrevuelos en la zona en la que se produzca la entrega, como sucedió en el último proceso.

Monseñor Córdoba reconoció que "la Iglesia ha estado muy discreta y muy prudente con esto" porque está a la espera de lo que diga el Gobierno, pues explicó que para que se den las liberaciones todos los interlocutores deben estar preparados.

"La senadora habló y ella ha propuesto que se haga pronto (...), pero yo estaba esperando la llamada del Gobierno, que es la otra parte y resulta que estaba esperando unos pronunciamientos de las FARC, así que hasta que no me diga el doctor Frank Pearl y el presidente: ''listo'', yo no convoco la reunión", sostuvo.

Por ello, "hasta que no haya esas reuniones no podemos cantar victoria", indicó.

La senadora reiteró que Brasil se encargará de la logística del operativo, en el que participarán el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Iglesia Católica.

El sargento Moncayo es el rehén más antiguo en poder de las FARC, desde diciembre de 1997 y el soldado Josué Daniel Calvo fue secuestrado en abril del año pasado.

El mayor de la Policía Julián Guevara murió en cautiverio en enero de 2006, ocho años después de que fuera retenido por las FARC.

Las FARC anunciaron en abril del año pasado la puesta en libertad unilateral de los dos rehenes, de 23 que tienen en su poder (aunque para el Gobierno son 24), y pidió la participación en el proceso de la senadora Córdoba, del CICR y de la Iglesia Católica, así como la del padre de Moncayo, conocido como "el caminante por la paz".