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jueves, 18 de febrero de 2010

Alcaldesa de Cúcuta se compromete con Buena Esperanza


El contacto directo de la Alcaldesa María Eugenia Riascos Rodríguez con la comunidad de Buena Esperanza, el corregimiento más grande de Cúcuta, marcó el inicio de la solución a los problemas que durante años han aquejado a ese sector del municipio.

La gobernante visitó el corregimiento donde escuchó el clamor ciudadano sobre la falta de agua potable y la inexistencia del servicio de recolección de basura.

Asumió el compromiso de regresar el 27 de febrero con comisiones técnicas que evalúen sobre el terreno los problemas y de inmediato indiquen las soluciones para proceder a aplicarlas.

Con un reconocimiento a los avances que en materia social se han registrado durante la presente administración, los pobladores recibieron a la mandataria municipal. Sin embargo, expusieron la problemática que allí se viene presentando desde los mismos comienzos de la existencia del corregimiento.

Entre los logros alcanzados Benjamín Arias Contreras, presidente de la junta de acción comunal de la vereda Los Peracos, destacó la colaboración que ha recibido para el mejoramiento de la escuela que de 19 niños y debido al apoyo, pasó a atender 150 porque cuenta con buena estructura física y óptimos servicios.

Orlando Calderón, líder de la comunidad inició el ciclo de peticiones. Solicitó revisar la planta de tratamiento para solucionar provisionalmente el problema del agua que le daría cobertura a varias veredas.

A su voz se unió la de Rozo Ramírez, corregidor de Buena Esperanza, quien mostró preocupación por el mejoramiento del líquido, que en su concepto no es potable en el 80 por ciento. “Estamos felices de que sea la misma Alcaldesa la que se entere y le ponga la cara a la problemática que vivimos en este importante sector rural del municipio”.

Ediles y presidentes de junta alzaron su voz de protesta ante la mandataria por no tener en cuenta al sector rural para que las empresas recolectoras de basuras, presten los servicios allí.

La respuesta de la gobernante fue inmediata y contundente. “Me comprometo a revisar los contratos con las empresas prestadoras del servicio de aseo para que la zona rural sea incluida en los próximos contratos”.

Yeison Uribe, personero del Instituto Técnico de Buena Esperanza, le pidió a la Alcaldesa ampliar el servicio de transporte para los estudiantes, debido a que llegan tarde los alumnos procedentes de algunas veredas. Sus peticiones no pararon allí y solicitó que sean cambiadas y remodeladas las baterías sanitarias, al igual que adecuadas las aulas de clase. “A medida que avanzan las horas el calor se hace insoportable, por eso requerimos de ventiladores y ventanas para poder recibir clase en mejores condiciones”, detalló.

El turno fue para Celina González, presidenta de la junta de acción comunal de la vereda Londres, quien dejó escuchar su voz, no para hacer peticiones a la Administración Municipal, sino para agradecer personalmente a la alcaldesa María Eugenia Riascos, el apoyo otorgado al lugar. “No podemos desconocer que gracias a la gestión de la Alcaldesa tenemos las escuelas de fronteras, las cuales fueron aprobadas y por eso cuentan con buenas baterías, estructura física y el comedor escolar para 45 niños de la zona”.

Después de escuchar las inquietudes durante tres horas, Riascos Rodríguez afirmó que se retiraba del corregimiento llena de peticiones las cuales se comprometía a revisar. “Buena Esperanza al igual que los otros corregimientos son Cúcuta y por eso hacemos y haremos presencia cuantas veces se requiera para buscar solución a corto plazo”.

La Alcaldesa se comprometió entonces a asistir el 27 de febrero con un grupo de expertos que analicen la situación, propongan alternativas en la búsqueda de soluciones a esos problemas con el objeto de elevar el nivel de vida de la población de esa zona rural de Cúcuta.


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