Tras años de arrinconamiento militar y sin escenario político alguno, menos con un Chávez que es visto cada día más como una amenaza bélica para Colombia, la guerrilla parece cambiar de estrategia pero no están claros los objetivos, lo que crece la percepción de que actúa más con desespero y sevicia criminal, que con cabeza fría y midiendo los impactos
“EN LAS Farc puede que el tiempo pase más lento que para el resto del mundo, pero lo que nunca se puede pensar en que estén quietas”. Esa frase fue pronunciada años atrás por un, entonces, general activo que acababa de asumir el mando de una brigada en la que su antecesor le aseguraba que la guerrilla se había “enmontado y los pocos guerrilleros que sobrevivían no hacían nada”.
Tras el secuestro y asesinato execrable el martes pasado del gobernador de Caquetá, Luis Francisco Cuéllar, la principal pregunta, a la par de la condena unánime al accionar criminal y demencial de unos guerrilleros que son capaces de degollar a una persona indefensa de 69 años de edad, no fue otra: ¿en qué están las Farc?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario