3,5 millones de galones de combustibles subsidiados

Taxistas y conductores de vehículos particulares llegaron a tanquear a las estaciones de servicio de Norte de Santander que recibieron 3,5 millones de galones de combustible colombiano subsidiado.

Mientras en Bogotá y la vecina Bucaramanga el galón de gasolina vale más de $7.000 y el de ACPM $5.800, en la frontera se venden a cerca del 50 por ciento menos.

En el Área Metropolitana de Cúcuta el precio de venta al público es de $4.140 la gasolina y $3.790 el ACPM. Algunos distribuidores redujeron los valores a $3.990 y $3.790.

Desde el primero de diciembre comenzó a operar el esquema de abastecimiento a costo distinto de los hidrocarburos que se comercializan en el resto del país.

Al tensarse las relaciones diplomáticas, en agosto de 2009 Venezuela cortó el suministro de gasolina importada a Norte de Santander. De ahí en adelante comenzaron los problemas para las bombas locales. Las amenazas de quiebra y cierre sonaron con fuerza.

Los comercializadores alegaron en su momento el severo impacto del contrabando y la imposibilidad de cumplir con los pagos y recuperar la inversión para modernizar las gasolineras.

“Nos ha ido muy bien”, dijo María Eugenia Martínez, directora ejecutiva de la Federación Nacional de Distribuidores de Derivados del Petróleo (Fendipetróleo). Así reaccionó frente al alivio dado por el Ministerio de Minas y Energía.

Preguntada si el precio es competitivo frente al de las pimpinas, contestó: “del todo competitivo no, pero es un gran alivio. Tener una rebaja en relación con las demás partes del país equivalente al 50%, es algo importante”.

En contraposición, Jesús Infante de la bomba Texaco opinó que el valor adecuado era de $3.500 el galón “para que se normalizara la situación de las estaciones y los carros vinieran a tanquear”.

Cuestionó el bajo margen de comercialización de $380 y $370 para los distribuidores minoristas, que en su concepto debe ser modificado, porque el negocio no es rentable.

Infante puso en tela de juicio la efectividad de Fendipetróleo a favor de los distribuidores. “No ha logrado conseguir lo que necesitan los afiliados”, cuestionó.

Martínez espera la ampliación del cupo por parte de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME). En concepto de la agremiación debe elevarse a cinco millones de galones mensuales.

La representante de la federación maneja la cifra de los 12 millones de galones mensuales para atender las necesidades del parque automotor que circula en el departamento en un escenario sin contrabando.

En respuesta indirecta a la crítica lanzada por Jesús Infante, la vocera gremial anunció el proyecto del gas para vehículos, aprovechando el pozo Sardinata II.

Se trata de instalar distribuidores duales en varias bombas donde los carros, en especial de trasporte público de pasajeros, obtengan el nuevo combustible alternativo en Norte de Santander.

Para garantizarles un precio favorable a los usuarios, Fendipetróleo planteó vender el pie cúbico a $800 ó $900.

Tanquean en las bombas

Varios taxistas decidieron irse a tanquear en las estaciones cucuteñas, porque los pimpineros le subieron demasiado a la gasolina venezolana de contrabando que venden las calles.

Es el caso de Humberto Martínez, quien en la bomba Pinar del Río denunció a los vendedores informales por pedir $26.000 y $30.000 la pimpina. “En la temporada aprovechan las excusas de que está escasa o de que no están trayendo para aprovecharse de la gente”, comentó.

Otro automovilista llenó el tanque del vehículo en una gasolinera cucuteña por calidad, garantía y doble filtro. En su concepto, en la calle no se sabe qué le pueden vender.

En la estación de servicio La Playa Jairo Cuéllar conductor de un taxi reiteró que en las calles la pimpina está a $27.000 y $28.000. “Para trabajar se puede echar de esta”, dijo luego de tanquear con $24.000.

No darles gusto a los pimpineros expuso como argumento Guillermo Jijón, al recordar que los informales “la compran barata (en Venezuela) y se la quieren vender carísima a uno”.

El gobierno del presidente Hugo Chávez ordenó reforzar los controles para contener el contrabando de extracción de gasolina y ACPM. El Ministerio de Energía y Petróleo de Venezuela maneja la cifra de 30.000 barriles diarios de combustibles que pasan ilegalmente la frontera hacia el mercado colombiano.