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lunes, 26 de octubre de 2009

Investigan masacre de colombianos en Venezuela


En Venezuela dicen que fue el Eln. También que fueron grupos irregulares del conflicto colombiano. Versiones extraoficiales en Colombia hablan de grupos paramilitares del país vecino. El caso es que nadie sabe con certeza quiénes asesinaron a diez de los doce hombres que el pasado 11 de febrero fueron secuestrados cuando jugaban un partido de fútbol en la localidad de Chururú, municipio Fernández Feo, en el estado venezolano de Táchira, frontera con Colombia.

Ese día, hombres vestidos de negro y con armas de fuego llegaron al sitio y comenzaron a llamar por sus nombres a cada uno de los integrantes del equipo de fútbol Los Maniceros. Se los llevaron y durante todo este tiempo no hubo noticia de ellos. Sólo hasta el pasado viernes, cuando los ocho colombianos, un peruano y un venezolano fueron hallados muertos en un lugar conocido como La Pita de San Joaquín de Navay, y en Potosí, municipio Uribante. Otro de los colombianos sigue desaparecido. Sólo uno de ellos sobrevivió.

Se trata de Manuel Júnior Cortés, un joven de 18 años nacido en Bucaramanga, quien le contó a las autoridades que durante los 14 días de secuestro estuvieron amarrados en grupos de dos, custodiados por 18 hombres que estaban al mando de alias ‘Payaso’.

Según el relato, él siempre les preguntó “dónde estaban los jefes paracos”, pues al parecer, creían que ellos eran paramilitares. Sin embargo, familiares de las víctimas aseguran que, al menos los colombianos, eran vendedores ambulantes que se ganaban la vida en ese país.

Cuenta Manuel Júnior que el pasado viernes, en la noche, les anunciaron que quedarían libres. Se los llevaron en dos camionetas y los fusilaron a todos. El joven sólo fue alcanzado por una bala que le atravesó el mentón. Logró caminar hasta una casa donde algunos campesinos le dieron socorro. Orlando López, medio hermano de la víctima, dijo a la AP que su hermano resultó herido por una bala en la nuca que le salió por la mandíbula derecha. También asegura que Júnior “no conocía a los que mataron. Él los conoció cuando los secuestraron... Los amarraron a unos palos, con cadenas al cuello y de las manos con candados”.

Finalmente, las víctimas fueron identificadas como Humberto Rubiany Hernández Amaya, de Bucaramanga, 33 años; Gerardo Vega Sisa, de Bucaramanga, 34 años; José Luis Arenas Sánchez, de Bucaramanga, 21 años (desaparecido); Ángel Aldemar León Aricapa, de Cúcuta, 18 años; Eduard Ricardo Gamboa Gutiérrez, de Valledupar, 18 años; Michael Endric Bello Velandia, de Cúcuta, 18 años; Yorbin Juliám Amaya Vega, de bucaramanga, 17 años; Carlos Adolfo Amador Ramírez, de Medellín, 38 años; Mauricio Ospina Montilla, de Fuente de Oro (Meta), 38 años; Pompeyo Miguel Ramírez, de Lima, 27 años; y Diego Alexis Poblador, venezolano, de 25 años.

Orlando López también dijo que ha tratado infructuosamente de comunicarse con la embajadora de Colombia en Caracas. Por eso le pidió públicamente al presidente Álvaro Uribe para que los ayude a salir de Venezuela porque no quieren estar más allí. “Nosotros tenemos miedo porque esa gente (los secuestradores) es muy delicada... Que nos lleven para Colombia”, agregó.

Reacciones

Desde Colombia, el presidente Uribe dijo que esta masacre muestra “que el terrorismo es internacional, que no tiene fronteras”, al tiempo que expresó su confianza de que “haya una acción eficaz de las autoridades de Venezuela para llevar a la cárcel a estos terroristas”.

El mandatario también pidió al general Freddy Padilla, comandante de las Fuerzas Militares, enviar un avión del Estado a la frontera para repatriar los cuerpos de los colombianos asesinados, y convocó a la oficina de Acción Social para entregar a los “familiares de las víctimas los mismos apoyos que se otorgan cuando estos hechos ocurren en Colombia”.

Por su parte, la cancillería colombiana solicitó a las autoridades venezolanas iniciar “una investigación que permita la identificación y captura de los asesinos”, así como protección para el sobreviviente y sus familiares.

Ya el Ministerio Público venezolano había pedido este sábado una medida de protección para el sobreviviente, y comisionó a la fiscal 47 nacional, María Bejarano, para reforzar la investigación iniciada sobre el secuestro y posterior muerte de las 10 personas.

El ministro de Defensa venezolano, Ramón Carrizalez, dijo que las tropas venezolanas están incrementando sus patrullajes para registrar el área y tienen órdenes de “actuar con contundencia” contra cualquier grupo armado colombiano. Dijo que esa alejada región fronteriza es difícil de controlar y que “nosotros somos una víctima de este conflicto (colombiano)”.

Esta matanza ocurre en medio de crecientes tensiones diplomáticas entre ambos países. El pasado sábado la cancillería venezolana protestó formalmente a Bogotá luego de que el ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva, manifestara su preocupación por la gran cantidad de aviones que pasan sin problema por Venezuela cargados con cocaína colombiana. “Yo creo que él es retardado mental por lo menos”, dijo Chávez luego de oír las palabras de Silva.


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