Cerrarán bombas y estaciones de gasolina de Cúcuta

Una decisión de la distribución minorista legal dejará en las manos del contrabando el negocio de los combustibles líquidos por cuanto el precio de gasolina y ACPM es muy bajo en el mercado informal y con él es imposible competir.

Desde el próximo quince de noviembre empezará un cierre masivo de estaciones de servicio en Cúcuta y su área de influencia en donde infructuosamente se intenta vender combustibles colombianos pues la gente sigue buscando gasolina de contrabando que sale a precios económicos.

Así lo anunció en La Opinión la Directora Ejecutiva de la Federación Nacional de Distribuidores de Derivados del Petróleo (Fendipetróleo) seccional Norte de Santander, María Eugenia Martínez, quien dijo el objeto social en Norte de Santander que es básicamente vender combustibles está truncado por cuanto los flujos de contrabando son más grandes lo cual fue la consecuencia de la suspensión del convenio de venta de gasolina para zonas de frontera el pasado 19 de agosto.

La dirigente gremial afirmó que las compras de gasolina a Ecopetrol por parte de la distribución minorista así como otras mayoristas bajó ostensiblemente porque no hay a quien venderle. El asunto es tan complicado que la semana anterior una expendedora vendió tan solo diez galones de ACPM que requerían dos vehículos del servicio público.

Dijo que el gran problema de las bombas es que tienen empleados, pagos de arriendo, impuestos, prestaciones y otras obligaciones que no alcanzan a cubrir por la paupérrima venta de los combustibles.

“Hay varias estaciones en donde ya despidieron y están liquidando personal, algunas ya no existen y la decisión de la gran mayoría, algo cercano al 80 por ciento, es que empezarán a cerrar sus “negocios” definitivamente a partir del 15 de noviembre porque no pueden operar a pérdida y debiendo mucho dinero”, anotó Martínez.

La coyuntura es preocupante para los propietarios de las estaciones de servicio que adquirieron deudas en los bancos para optimizar las estaciones cuando se anunció la distribución de gasolina venezolana. Hay personas que deben 100, 200 y hasta 300 millones de pesos al sistema financiero. Muchos están reportados en las centrales de riesgo y el asunto es que las mínimas ventas no cubren esos pasivos.

Con esta decisión, aseveró, le quedó el negocio de los combustibles a los pimpineros y a los contrabandistas de combustibles líquidos que operan no solo en Colombia sino que tienen fuertes dueños del negocio en Venezuela. Enfatizó que la falta de oficio y de control acabó con la venta legal de derivados del petróleo.

Las medidas venezolanas podrían aliviar

La Gerente General de Fendipetróleo, María Eugenia Martínez, precisó que la única esperanza de los distribución minorista de combustibles es que las medidas que adoptará Venezuela como cambio de placa y mayores controles surta efectos que impacten el tráfico de gasolina y diesel.

“De algo tienen que servir las disposiciones del gobierno venezolano pero lo cierto es que el contrabando no se origina en Norte de Santander sino en Venezuela y si las autoridades y la presidencia de la República le ponen freno al flagelo creo en las soluciones, de lo contrario es luchar contra la corriente. Lo grave es que en Venezuela son permisivos, factor que agudiza el problema”, indicó Martínez.

Fendipetróleo dijo que la distribución minorista tiene problemas por contrabando no solo en Norte de Santander sino en el César, Guajira, Santander y Boyacá.

El gremio dijo que las estaciones de servicio en Cúcuta son empresas familiares que dejaron de ser rentables hace mucho tiempo y quienes las tienen ya no aguantan más.

A hoy según Fendipetróleo, la venta de gasolina es uno de los peores negocios que hay en Norte de Santander.

“La situación es tan precaria que la venta que la asociada hizo de diez galones de diesel en días pasados fueron cinco y cinco para unas busetas que tenían que ir a otro lugar a llenar sus tanques con combustible de contrabando”, Afirmó la Directora Ejecutiva de Fendipetróleo en Norte de Santander.

Un gremio en el olvido

Fendipetróleo le envío una misiva al gobierno colombiano, al Presidente de la República, al Ministro de Minas y Energía así como al Gobernador de Norte de Santander en donde se plasmaron unas actas tras una reunión del gremio en Ocaña en donde se tocaron todos los líos de la distribución minorista. A hoy esa carta no tuvo respuesta y no pasó nada. “Para el colombiano de bien eso es doloroso, no tener el apoyo del gobierno y de la institucionalidad. No sabemos porque tanta indiferencia. Pareciera que el gobierno quisiera que los combustibles fueran distribuidos por los ilegales”, aseguró María Eugenia Martínez.

En las próximas horas Fendipetróleo remitirá un oficio a Ecopetrol en donde le precisa los inconvenientes contractuales que se han suscitado por la distorsión que el contrabando provocó en el mercado.

El oficio habla de la sesión que Ecopetrol le hace a la distribución minorista a través de un contrato. La estatal petrolera le sede a los distribuidores actividades de almacenamiento, distribución, venta y transporte. Con el embate del contrabando se generó un incumplimiento por cuanto fue imposible desarrollar el comercio de combustibles.

El oficio precisa sobre falta de controles y poca efectividad en la lucha contra el tráfico de combustibles líquidos provenientes de Venezuela.

A través del oficio en mención, los propietarios de estaciones de servicio le piden al gobierno que les compre los negocios para que los opere y mirar como les va.

En Cúcuta y su área de influencia hay 28 bombas o estaciones de servicio de las cuales 14 están en el área metropolitana, dos en Villas del Rosario, diez en los patios y dos en El Zulia.

Un galón de gasolina en Cúcuta se paga a 5.447 pesos y el ACPM a 4.998 pesos. Un galón de gasolina comprado en Venezuela vale en promedio 300 pesos y el diesel se adquiere a menor precio.

En las bombas internacionales el galón cuesta 2.500 pesos aproximadamente, lo cual habla de la desventaja con el que compite el combustible nacional.

Con la salida de estaciones de servicio, dijo Martínez, no solo pierde la distribución minorista pues también pierde el departamento, el municipio y la nación. La nación pierde el 50 por ciento de la sobretasa al ACPM, el departamento también el 50 por ciento de la sobretasa al ACPM y el 25 por ciento de sobretasa a la gasolina. El municipio deja de percibir el 75 por ciento de la sobretasa a la gasolina.

“Si Cúcuta recaudara sobretasa, las calles de la ciudad serían para mostrar pues estarían óptimas. Esa caída en el recaudo golpea las finanzas y no deja mejorar la malla vial”, concluyó la Directora Ejecutiva de Fendipetróleo.