Las distintas tendencias apoyan en forma variable al Jefe de Estado. Unas creen que la mejor manera de defenderlo es evitar que se reelija en 2010 o se inclinan sólo por 2014. Otras creen que el mandatario es irremplazable o advierten que sin él en el poder perderán mucho de lo que han ganado o lo que tienen por ganarURIBISTAS DE PRIMERA GENERACIÓN: son todos aquellos dirigentes que hacían parte de la primera guardia pretoriana del Jefe de Estado en 2002, no sólo en la Casa de Nariño, sino en el Congreso y otras instancias políticas, sociales, económicas e institucionales. Aquí se ubican aquellos asesores de primer nivel, experimentados y que se la jugaron toda por ayudar a Uribe a arrancar su modelo de gobierno. Si bien la mayoría fueron partidarios de la primera reelección, preferían que ésta se tramitara vía referendo y no por el Congreso, ya que por este último camino el Mandatario estaba destinado a quedar empeñado con los parlamentarios, lo que finalmente ocurrió. Ven con recelo las ataduras de Uribe a su coalición y el lastre que ello ha significado. Para la gran mayoría de esta tendencia, la tarea de Uribe puede que no esté terminada, pero sí muy avanzada, razón por la cual no ven el riesgo de un bandazo en la Política de Seguridad Democrática. En ese orden de ideas, son partidarios de que el Jefe de Estado entregue el poder y se vaya a un merecido descanso. Lo ven en un futuro como alcalde de un pueblo pequeño, dando palo a los gobiernos de turno desde el cómodo y vitalicio sillón ex presidencial y ejerciendo el papel de jefe natural del anhelado partido uribista, actuando como estadista y no como caudillo.
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