Luego de una prolongada plenaria de más de 12 horas, la Cámara de Representantes aprobó en sexto debate la reforma política que inicialmente pretendía castigar las malas prácticas en el Congreso y los nexos de algunos de sus miembros con grupos ilegales.El nuevo texto representa sustanciales modificaciones frente a la reforma que se presentara hace dos años para enfrentar problemas de credibilidad del Congreso, como la parapolítica.
El tema de la ‘silla vacía’ o curul vacante para el actual Congreso en la práctica quedó diferido, pues se establece que el partido perderá el escaño de un congresista comprometido en los hechos, cuando se produzca una sentencia judicial ejecutoriada y por casos no anteriores a la expedición de la reforma.
Uno de los puntos polémicos es el que constitucionaliza el ‘voltearepismo político’, que les permitirá a los actuales congresistas dejar su partido para aspirar a la reelección por otro diferente. A última hora se modificó la propuesta permitiendo que se inscriban en otro partido dentro de los dos meses siguientes a la expedición de la reforma constitucional, es decir entre julio y agosto de este año.
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