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martes, 14 de abril de 2009

La Carta de Fenalco | El viacrucis de los carboneros


No son muchas las alternativas que tenemos en el Norte de Santander para generar empleo y desarrollo. Las grandes fuentes de exportación, como son el carbón y los productos fabricados con arcilla requieren de vías de comunicación aceptables. Son productos de gran volumen y peso lo que hace que el porcentaje de costo correspondiente al flete sea muy alto; flete que se encarece por el pésimo estado de las vías ya que trae el desgaste de los vehículos y pérdida de tiempo además del peligro de accidente. Es el verdadero viacrucis para los carboneros del Norte de Santander que tienen que cargar con esa cruz, de un millón novecientas mil toneladas de peso, por unas carreteras que más bien deben llamarse trochas. Tienen el consuelo de las carreteras venezolanas pero para llegar a la frontera tiene que recorrer la carretera Cúcuta - Puerto Santander en estado desastroso; o Cúcuta - San Faustino en estado lamentable. Miran entonces la salida a los puertos colombianos y tropiezan con el mal estado de la carretera Cúcuta - Sardinata y el peligroso tránsito Sardinata - Ocaña. Ya nos podemos imaginar en cuanto se encarece una tonelada de carbón para tenerla en el puerto de embarque hacia los Estados Unidos o Centro América. Ahora como si se tratara de aplicar aquello de que al caído caerle, el Ministerio de Minas resuelve cobrar el impuesto sobre el valor del carbón puesto en puerto y no sobre su valor antes de todo este viacrucis.

Vea más en: Cúcuta Empresarial

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