De las 5.000 reses mensuales que antes llegaban, ahora apenas ingresan 1.500 con la tendencia a seguir bajando.
Un día normal arribaban 40 ó 50 camiones con hasta 800 animales. Al principio de esta semana el volumen se desplomó hasta los 60 toros y vacas, mientras que ayer no entró nada.
El gerente de la Corporación de Ferias y Exposiciones de Cúcuta, Pedro Alejandro Peláez, le atribuyó la soledad al impacto del contrabando por la baja del bolívar.
Andrés Portilla, presidente del Comité de Ganaderos de Norte de Santander, también reconoció la amenaza del comercio ilegal, debido al diferencial cambiario.
En Venezuela, el kilo de ganado gordo vale 5.200 bolívares, es decir, 2.300 al cambio, mientras que en el mercado colombiano cuesta 3.150 pesos.
"Eso da una diferencia de casi mil pesos a favor del contrabandista, que en este caso es el mismo que cuando hay ventaja para pasar calculadoras, grabadoras, neveras o televisores, negocia con esos artículos", declaró el dirigente gremial.
Desde el punto de vista sanitario remarcó el riesgo de otros brotes de fiebre aftosa en el departamento como los registrados el año pasado, debido al ingreso de animales infectados desde el vecino país.
Reconoció que ese problema se refleja desde semanas atrás en los lotes de la Corporación de Ferias, donde el inconveniente actual podría ser motivado por una amenaza de paro en territorio araucano.
En febrero pasado, de la Plaza de Ferias salieron 1.870 animales hacia los tres frigoríficos del área metropolitana de Cúcuta, donde se sacrificaron 9.370 vacunos.
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