La Fiscalía general tiene información que permite concluir, en principio, que los jóvenes desaparecidos en el sur de Bogotá y que luego aparecieron muertos en combates en Ocaña, Norte de Santander, al parecer creían que iban a ser reclutados por grupos armados ilegales.
Fuentes judiciales informaron a Caracol Radio que la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía adelanta intensas pesquisas en Bosa y Soacha, al sur de Bogotá, para establecer la identidad de los presuntos reclutadores.
Lo que dicen los investigadores es que todas las pistas apuntan a que en el sur de Bogotá sí hay reclutamiento con intenciones delictivas, aunque todavía no se ha logrado establecer si los jóvenes pretendían ingresar a las “Águilas Negras”, a la guerrilla o a bandas emergentes del narcotráfico.
Los fiscales también investigan por qué las autoridades no adelantaron acciones definitivas frente a las alertas tempranas emitidas por la Defensoría del Pueblo y la ONU, sobre el alto índice de reclutamiento de jóvenes en el sur de Bogotá y en otras zonas del país.
Entre tanto, el CTI continúa realizando inspecciones judiciales a los cadáveres de varios de los hombres que aparecieron en el cementerio de Ocaña, Norte de Santander, y que fueron reportados como muertos en combates.
La Fiscalía todavía busca establecer si los jóvenes fueron asesinados por integrantes del Ejército, o si efectivamente murieron en combates con las tropas regulares.
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