Habitantes de Soacha aseguran que serían tres los 'reclutadores' de jóvenes con promesas de ganar dinero fácil

Un grupo de por lo menos tres reclutadores que ofrecían falsas promesas de dinero “fácil” a los jóvenes de Soacha y que al mismo tiempo entregaban al Ejército información sobre la ubicación de supuestos integrantes de las “Águilas Negras”, estarían detrás de la desaparición y posterior asesinato de 11 hombres en Norte de Santander.

Fuentes judiciales informaron a Caracol Radio que esa es una de las hipótesis que los investigadores estudian detenidamente para esclarecer los hechos, que colmaron de tristeza y miedo las calles de Soacha y de algunos barrios del sur de Bogotá.

De acuerdo con esa hipótesis, los reclutadores frecuentaban las canchas de microfútbol, los colegios y algunas tiendas donde los jóvenes se encontraban a tomar licor, primero para ganarse su confianza y luego para ofrecer tentadoras ofertas para conseguir dinero.

Por ejemplo, a algunos jóvenes les ofrecían hasta 10 millones de pesos por participar en un supuesto secuestro en Villavicencio, a otros les decían que les daban dos millones de pesos para que ayudaran a traer desde Ocaña o Cúcuta algunos kilos de droga.

El mismo dinero era prometido si ayudaban a traer a Bogotá dinero proveniente de la venta de estupefacientes o mercancía proveniente de Maicao.

El común denominador de dichas “vueltas”, como se conocen este tipo de acciones en el lenguaje de quienes hablaron con Caracol Radio, era que les permitía a los jóvenes conseguir dinero en muy poco tiempo.

Mientras los reclutadores convencían a sus víctimas para que participaran en esas acciones, uno de ellos que al parecer tenía contactos con algunos militares en Norte de Santander, les ofrecía a los integrantes de la Fuerza Pública, información sobre supuestos integrantes de las “Águilas Negras”.

Según dicha hipótesis, el reclutador pedía recompensa a los integrantes del Ejército para suministrar las coordenadas e identidad de los supuestos miembros de las bandas emergentes del paramilitarismo.

Fuentes extraoficiales informaron a Caracol Radio que aparentemente, los reclutadores habrían recibido tres millones de pesos por la información sobre la ubicación de cada uno de los jóvenes que supuestamente eran integrantes de las “Águilas Negras”.

Regresando a la realidad que se vive en Soacha y en el sur de Bogotá, una vez los jóvenes aceptaban la oferta hecha mediante engaños, les pedían que no le contaran a nadie de su familia ni a sus amigos, sobre el lugar hacia el que se iban a desplazar.

También les pedían que apagaran y dejaran sus teléfonos celulares en poder de los reclutadores, así como su cédula de ciudadanía.

Algunos testigos afirman que los reclutadores les decían a los jóvenes que por el riesgo que implicaba el “trabajo”, debían ir armados, y por eso les entregaban changones, pistolas y revólveres, comprados en el mercado negro de Cali.

Posteriormente, los muchachos eran embarcados en un bus intermunicipal que los llevaba hasta Ocaña, donde eran esperados por un falso guía que los iba a conducir hasta el sitio en el que supuestamente estaba la droga que tenían que transportar, o la mercancía de contrabando.

Una vez en el sitio, el falso guía les decía que debía adelantarse de ellos para preparar su llegada, y en ese momento al parecer les informaba a integrantes del Ejército la ubicación exacta de los jóvenes, les decía que ellos eran las “Águilas Negras”, y aparentemente las tropas les disparaban a cierta distancia, ocasionándoles la muerte.

Caracol Radio estableció que dos de los supuestos reclutadores fueron detenidos por las autoridades, en principio por hurto, pero posteriormente se les vinculó a las investigaciones por el reclutamiento forzoso en Soacha.

De igual forma hay dos jóvenes que sirven como testigos dentro del proceso se salvaron de ser reclutados y de morir en Norte de Santander.

También se estableció que el cabecilla de la banda de reclutadores está identificado y en su contra hay varios testigos de una red delincuencial de Soacha.