Un hombre de 25 años aseguró ante la Fiscalía que un sargento y un soldado profesional del Ejército, adscritos a guarniciones militares en Norte de Santander, estarían detrás de la desaparición de jóvenes en el sur de Bogotá.Caracol Radio conoció en exclusiva el testimonio del joven, quien aseguró haberse salvado de morir, porque no le convencieron las condiciones planteadas para realizar un supuesto trabajo en un municipio de Cundinamarca.
Según lo dicho por el testigo ante dos investigadores del CTI, el soldado enviaba a tres hombres que asistían a fiestas de jóvenes en el sur de Bogotá y en Soacha, para pedirles que les ayudaran a desenterrar una guaca que estaba en una finca de La Mesa, Cundinamarca.
El joven, que inicialmente fue capturado por las autoridades como presunto reclutador, y quien horas después recuperó su libertad al parecer por falta de pruebas en su contra, manifestó que para sacar la supuesta guaca, los hombres les prometían a quienes accedían, dos millones de pesos.
Cuando el CTI le preguntó sobre la posibilidad de que detrás de la desaparición de hombres en Soacha, estuvieran grupos guerrilleros o paramilitares, el testigo lo negó de manera enfática.
Supuestamente, el joven conocía a dos de las víctimas que aparecieron muertos en Ocaña, Norte de Santander, a quienes describió como personas sanas, trabajadoras, aunque a veces, dijo, fumaban marihuana.
De acuerdo con la declaración del testigo, esta modalidad se habría venido aplicando desde enero de 2008 en barrios marginales de Bogotá y en el municipio de Soacha, Cundinamarca.
Al parecer, las reuniones para reclutar personas con falsas promesas, se realizaban en la tienda de propiedad de la familia de uno de los desaparecidos.
El testimonio del hombre y otras declaraciones y documentos, están siendo valorados para determinar su veracidad y para corroborar o desmentir la supuesta participación de integrantes del Ejército en el secuestro y asesinato de jóvenes.
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