La parálisis en el sector de la justicia genera ventajas para unos y perjudica a otros sectores en Norte de Santander. En el primer grupo está Jesús Emilo Ayala, el alcalde de Salazar de Las Palmas, un pequeño municipio de la región.
El mandatario perdió su credencial pues el Tribunal Administrativo de Norte de Santander comprobó que Ayala estaba incurso en el régimen de inhabilidades al momento de presentarse a las elecciones regionales en octubre anterior.
Los términos del proceso en contra del mandatario quedaron en suspenso debido al paro judicial.
Pero la anormalidad en el Palacio de Justicia también perjudica a los motociclistas de Cúcuta ya que no habría espacio a una conciliación con la Alcaldía que tiene como propósito determinar el pago de una indemnización por un estipendio que les cobraron en el año 2006 de forma irregular.
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