Pese a que algunas Ong y varios congresistas pidieron que se revocara la terna propuesta por el gobierno para la elección del Defensor del Pueblo, porque no contaba con una cuota femenina, Vólmar Pérez fue reelegido en su cargo por el pleno de la Cámara para un nuevo período. Pérez estará otros 4 años a l frente de la entidad encargada de velar por la promoción y defensa de los derechos humanos. Su nuevo período iniciará el próximo 1 de septiembre.
Sin embargo, su elección estuvo precedida por varias críticas debidas a su gestión. La más reciente fue la que hizo el diario El Espectador sobre los contratos hechos por Pérez a 85 abogados, en los últimos tres meses. Aunque Pérez se defendió diciendo que la demanda de abogados era grande para poder atender el proceso de Justicia y Paz y el sistema acusatorio en la Costa Atlántica, una fuente del Congreso indicó que se trataba de una modalidad “prepago” de favores, con la que Pérez intentaba ganar los votos de la bancada conservadora de la Costa.
Pérez, oriundo de Ocaña, Norte de Santander llegó a la institución en 1996 tras haber sido Jefe de Personal bajo las alcaldías de Juan Martín Caicedo y de Jaime Castro en Bogotá. Desde entonces entró a la Defensoría en donde ha hecho carrera. Allí ha sido Veedor Jefe, Director Nacional de Quejas, Secretario General y Defensor encargado. Entre 1999 y 2000 fue delegado para derechos económicos, sociales y culturales, y miembro de la Comisión Institucional Permanente de Seguimiento a los casos de violaciones a los derechos humanos, en la Vicepresidencia de la República.
El 2 de septiembre de 2003, cuando Eduardo Cifuentes renunció a la Defensoría, Pérez asumió el cargo como encargado para el cual fue ratificado, y en 2006 se posesionó. Entre el 2004 y 2007, tiempo en el que se construyó una pre agenda para los acercamientos entre el gobierno de Álvaro Uribe y el ELN, acompañó las discusiones y estuvo en varias de las rondas de negociación de las partes, en la Habana, Cuba.
Sin embargo, su elección estuvo precedida por varias críticas debidas a su gestión. La más reciente fue la que hizo el diario El Espectador sobre los contratos hechos por Pérez a 85 abogados, en los últimos tres meses. Aunque Pérez se defendió diciendo que la demanda de abogados era grande para poder atender el proceso de Justicia y Paz y el sistema acusatorio en la Costa Atlántica, una fuente del Congreso indicó que se trataba de una modalidad “prepago” de favores, con la que Pérez intentaba ganar los votos de la bancada conservadora de la Costa.
Pérez, oriundo de Ocaña, Norte de Santander llegó a la institución en 1996 tras haber sido Jefe de Personal bajo las alcaldías de Juan Martín Caicedo y de Jaime Castro en Bogotá. Desde entonces entró a la Defensoría en donde ha hecho carrera. Allí ha sido Veedor Jefe, Director Nacional de Quejas, Secretario General y Defensor encargado. Entre 1999 y 2000 fue delegado para derechos económicos, sociales y culturales, y miembro de la Comisión Institucional Permanente de Seguimiento a los casos de violaciones a los derechos humanos, en la Vicepresidencia de la República.
El 2 de septiembre de 2003, cuando Eduardo Cifuentes renunció a la Defensoría, Pérez asumió el cargo como encargado para el cual fue ratificado, y en 2006 se posesionó. Entre el 2004 y 2007, tiempo en el que se construyó una pre agenda para los acercamientos entre el gobierno de Álvaro Uribe y el ELN, acompañó las discusiones y estuvo en varias de las rondas de negociación de las partes, en la Habana, Cuba.
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