El presidente del sindicato de transportistas de pasajeros del Táchira, Germán Duarte, anunció que existe gran preocupación en esa organización por la escasez de repuestos para sus unidades de trabajo. Indicó que para evitar que los autobuses permanezcan más de 72 horas paralizados en talleres, deben cruzar la frontera hasta Colombia y gestionar la compra de las piezas a precios elevados.
''Estamos pidiendo que Cadivi le otorgue las divisas a los importadores porque hay inconvenientes con el abastecimiento de piezas en el país. Nosotros estamos confrontando una situación de escasez y no conseguimos con facilidad ciertos tipos de repuestos para esas unidades''.
Explicó que en Colombia, las unidades que sirven al transporte público cuentan con la garantía permanente de repuestos lo que permite ubicar con mayor facilidad las piezas necesarias en el vecino país pero sus precios, debido al cambio de la moneda que favorece a los colombianos, resulta entre 30 por ciento y 50 por ciento más caro para los venezolanos, de modo que se eleva el costo operacional de cada autobús.
''Tenemos que buscar la manera de que el Estado venezolano nos garantice que las unidades que se producen en el país, tengan la garantía permanente de repuestos y que no dejen al transporte público en la necesidad de paralizar unidades hasta que se consigan las piezas en el exterior''.
En contados casos, no se consiguen los repuestos ni en Táchira, ni en Cúcuta por lo que a los choferes lo único que les queda es encargar la compra de la pieza a través de negocios establecidos en Bogotá y Medellín.
''Estamos pidiendo que Cadivi le otorgue las divisas a los importadores porque hay inconvenientes con el abastecimiento de piezas en el país. Nosotros estamos confrontando una situación de escasez y no conseguimos con facilidad ciertos tipos de repuestos para esas unidades''.
Explicó que en Colombia, las unidades que sirven al transporte público cuentan con la garantía permanente de repuestos lo que permite ubicar con mayor facilidad las piezas necesarias en el vecino país pero sus precios, debido al cambio de la moneda que favorece a los colombianos, resulta entre 30 por ciento y 50 por ciento más caro para los venezolanos, de modo que se eleva el costo operacional de cada autobús.
''Tenemos que buscar la manera de que el Estado venezolano nos garantice que las unidades que se producen en el país, tengan la garantía permanente de repuestos y que no dejen al transporte público en la necesidad de paralizar unidades hasta que se consigan las piezas en el exterior''.
En contados casos, no se consiguen los repuestos ni en Táchira, ni en Cúcuta por lo que a los choferes lo único que les queda es encargar la compra de la pieza a través de negocios establecidos en Bogotá y Medellín.
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