La verdad de la Telepolémica
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LA ÚNICA VERDAD DE LA TELEPOLÉMICA
1. Hace 6 años, desconozco si por sugerencia de César Augusto Londoño, Yamid decidió invitarme a ser el reemplazo de él mientras duraba su permanencia en el Mundial de Japón y Corea.
2. Lo que si tengo claro es que no pudo haber sido César quien estando en Japón decidió que me quedara. En ese momento cuando Yamid lo decidió, le pregunté si Cesar Augusto y Mario César estaban de acuerdo y por eso acepté quedarme. Es lo mínimo que puede uno hacer cuando se trata de un colega, por lo menos preguntar. Pero no fue César quien me llevó a CMI como se dijo.
3. No creo que César haya estado detrás de mi intempestiva salida del Noticiero CMI hace 6 meses. A Yamid nadie le sugiere, mucho menos le ordena. Mi salida obedeció a un raro y sorpresivo cambio de actitud hacia mì ,debido a su enfermiza fijación en un rating que nunca ha tenido ni él ni nadie en el Canal Uno, desde que está enfrentando a los canales privados.
4. La culpa del bajo rating nunca es de Yamid, ni de las circunstancias del canal, siempre es de quienes trabajan para él, que se convierten de un momento a otro, en malos periodistas, en malos presentadores, en malos profesionales y hay que relevarlos o cambiarlos para justificar lo que ocurre.
5. No creo que César haya estado detrás de lo ocurrido en la Telepolémica pero si estoy seguro de que así como obedeció la orden de Yamid de estar en el programa sin el consentimiento de quienes lo hacíamos, también hubiera obedecido la orden de sentarse a dirigirlo y conducirlo sin importarle el perjuicio que pudiera ocasionarle a un colega y si se permite a un amigo de más de 25 años en la profesión.
6. Pero no fue por César que decidimos renunciar a la Telepolémica. Fue por el irrespeto hacia nosotros del Sr Yamid Amat, para quien no existe el diálogo, sino la imposición, para quien su posición de director y co-dueño de CMI le da suficiente derecho para maltratar, pisotear y menospreciar la trayectoria y el trabajo de los demás. Para èl no valen las opiniones distintas a las suyas, no hay consultas, menos conciliación, solo hay érdenes como en la época de la esclavitud. Quienes trabajan para èl solo obedecen por miedo a perder el puesto.
7. Durante 5 años y medio vi con mis propios ojos como maltrataba a sus periodistas llamándolos inútiles e inservibles. Más de una vez lo vi enviando a la calle a los gritos a los que habían sido sus colaboradores. No necesito testigos, el medio lo conoce.
8. Yo no me llevè a mis compañeros y amigos del programa, fueron ellos quienes me pidieron que le dijera a Yamid que no estaban de acuerdo con los cambios que pensaba imponer, porque lo consideraban una falta de respeto hacia mi como director y conductor, y hacia ellos por no tenerlos en cuenta en sus decisiones a lo que Yamid reaccionò como suele reaccionar y por eso decidimos irnos.
9. Yamid dice que ordenò los cambios -otra vez con la excusa del rating-. Un rating que en la calle demuestra todo lo contrario a lo que dice un papel. El rating verdadero es el reconocimiento masivo del público adepto al fútbol que hizo importante el programa por su formato y por quienes lo hacíamos. Nunca por él, ni por su apoyo, ni por sus sugerencias ni órdenes porque nunca hubo necesidad debido al éxito comprobado del espacio. Eso fue lo que nos molestó, que no valorara un trabajo honesto y con las uñas para hacerlo exitoso pese a las dificultades del canal.
10. Pero màs que eso, molestó y ofendió que en medio de su soberbia cuando yo le comunicaba nuestro desacuerdo, nos llamara viejos de 70 años, como si a èl la edad le hubiera pasado por el frente y no fuera gracias a ella, la experiencia y el reconocimiento del que goza como periodista en el país hace tantos años. Como si la experiencia y capacidad profesional de Edgar Perea pudiera menospreciala, como si los años de Oscar Rentería en el periodismo o el prestigio de Wbeimar Muñoz en Antioquia se pudieran pisotear de un momento a otro, como si la vida entera que yo le he entregado a mi profesión la pudiera descalificar injustamente. Como si a una persona se le pudiera juzgar no por buena o mala si no por joven o vieja.
11. ¿Cualquiera pudiera preguntarse cómo entonces pudo durar más de 5 años un programa supuestamente sin rating? Le respondo: Por lo mismo que ha durado más de 15 el Noticiero CMI dirigido por Yamid, que goza de un gran prestigio pese a su bajo rating en las encuestas.
12. La mejor demostración de lo que digo es la cantidad de mensajes que observo en su página de El Colombiano, en la de El Tiempo, en la de Fútbolred, en Facebook. Y como si fuera poco, por lo que ha opinado la gente del fútbol que me ha llamado de todo el país a manifestarme su indignación por lo ocurrido y su respaldo.
A todos, no tengo cómo agradecerles su sinceridad y aprecio. A los cientos de personas que se han tomado la molestia de escribir, de corazón un millón de gracias. Y a quienes en la calle, donde está el verdadero rating, que continúan manifestándonos su aprecio, que muy pronto si así lo quiere Dios y la justicia divina-que no me han dejado mentir ni una coma en ésto, volveremos a encontrarnos..ADOLFO PEREZ
Respetado y apreciado Alirio: Movido por el impresionante respaldo y por las innumerables manifestaciones de aprecio de todo Colombia por lo ocurrido que desembocó en nuestra renuncia a la Telepolémica, creo que es justo que toda la gente sepa la verdad de lo que pasó y por qué pasó. Se han dicho cosas imprecisas que vale la pena aclarar y por eso te envio esta comunicación que ojalá decidas publicar en tu muy visitada página.Un abrazo, ADOLFO PEREZ [adpelo@yahoo.com]
LA ÚNICA VERDAD DE LA TELEPOLÉMICA
1. Hace 6 años, desconozco si por sugerencia de César Augusto Londoño, Yamid decidió invitarme a ser el reemplazo de él mientras duraba su permanencia en el Mundial de Japón y Corea.
2. Lo que si tengo claro es que no pudo haber sido César quien estando en Japón decidió que me quedara. En ese momento cuando Yamid lo decidió, le pregunté si Cesar Augusto y Mario César estaban de acuerdo y por eso acepté quedarme. Es lo mínimo que puede uno hacer cuando se trata de un colega, por lo menos preguntar. Pero no fue César quien me llevó a CMI como se dijo.
3. No creo que César haya estado detrás de mi intempestiva salida del Noticiero CMI hace 6 meses. A Yamid nadie le sugiere, mucho menos le ordena. Mi salida obedeció a un raro y sorpresivo cambio de actitud hacia mì ,debido a su enfermiza fijación en un rating que nunca ha tenido ni él ni nadie en el Canal Uno, desde que está enfrentando a los canales privados.
4. La culpa del bajo rating nunca es de Yamid, ni de las circunstancias del canal, siempre es de quienes trabajan para él, que se convierten de un momento a otro, en malos periodistas, en malos presentadores, en malos profesionales y hay que relevarlos o cambiarlos para justificar lo que ocurre.
5. No creo que César haya estado detrás de lo ocurrido en la Telepolémica pero si estoy seguro de que así como obedeció la orden de Yamid de estar en el programa sin el consentimiento de quienes lo hacíamos, también hubiera obedecido la orden de sentarse a dirigirlo y conducirlo sin importarle el perjuicio que pudiera ocasionarle a un colega y si se permite a un amigo de más de 25 años en la profesión.
6. Pero no fue por César que decidimos renunciar a la Telepolémica. Fue por el irrespeto hacia nosotros del Sr Yamid Amat, para quien no existe el diálogo, sino la imposición, para quien su posición de director y co-dueño de CMI le da suficiente derecho para maltratar, pisotear y menospreciar la trayectoria y el trabajo de los demás. Para èl no valen las opiniones distintas a las suyas, no hay consultas, menos conciliación, solo hay érdenes como en la época de la esclavitud. Quienes trabajan para èl solo obedecen por miedo a perder el puesto.
7. Durante 5 años y medio vi con mis propios ojos como maltrataba a sus periodistas llamándolos inútiles e inservibles. Más de una vez lo vi enviando a la calle a los gritos a los que habían sido sus colaboradores. No necesito testigos, el medio lo conoce.
8. Yo no me llevè a mis compañeros y amigos del programa, fueron ellos quienes me pidieron que le dijera a Yamid que no estaban de acuerdo con los cambios que pensaba imponer, porque lo consideraban una falta de respeto hacia mi como director y conductor, y hacia ellos por no tenerlos en cuenta en sus decisiones a lo que Yamid reaccionò como suele reaccionar y por eso decidimos irnos.
9. Yamid dice que ordenò los cambios -otra vez con la excusa del rating-. Un rating que en la calle demuestra todo lo contrario a lo que dice un papel. El rating verdadero es el reconocimiento masivo del público adepto al fútbol que hizo importante el programa por su formato y por quienes lo hacíamos. Nunca por él, ni por su apoyo, ni por sus sugerencias ni órdenes porque nunca hubo necesidad debido al éxito comprobado del espacio. Eso fue lo que nos molestó, que no valorara un trabajo honesto y con las uñas para hacerlo exitoso pese a las dificultades del canal.
10. Pero màs que eso, molestó y ofendió que en medio de su soberbia cuando yo le comunicaba nuestro desacuerdo, nos llamara viejos de 70 años, como si a èl la edad le hubiera pasado por el frente y no fuera gracias a ella, la experiencia y el reconocimiento del que goza como periodista en el país hace tantos años. Como si la experiencia y capacidad profesional de Edgar Perea pudiera menospreciala, como si los años de Oscar Rentería en el periodismo o el prestigio de Wbeimar Muñoz en Antioquia se pudieran pisotear de un momento a otro, como si la vida entera que yo le he entregado a mi profesión la pudiera descalificar injustamente. Como si a una persona se le pudiera juzgar no por buena o mala si no por joven o vieja.
11. ¿Cualquiera pudiera preguntarse cómo entonces pudo durar más de 5 años un programa supuestamente sin rating? Le respondo: Por lo mismo que ha durado más de 15 el Noticiero CMI dirigido por Yamid, que goza de un gran prestigio pese a su bajo rating en las encuestas.
12. La mejor demostración de lo que digo es la cantidad de mensajes que observo en su página de El Colombiano, en la de El Tiempo, en la de Fútbolred, en Facebook. Y como si fuera poco, por lo que ha opinado la gente del fútbol que me ha llamado de todo el país a manifestarme su indignación por lo ocurrido y su respaldo.
A todos, no tengo cómo agradecerles su sinceridad y aprecio. A los cientos de personas que se han tomado la molestia de escribir, de corazón un millón de gracias. Y a quienes en la calle, donde está el verdadero rating, que continúan manifestándonos su aprecio, que muy pronto si así lo quiere Dios y la justicia divina-que no me han dejado mentir ni una coma en ésto, volveremos a encontrarnos..ADOLFO PEREZ
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