A Cúcuta se le dañó la fiesta en Palogrande

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Parecía que el Once hubiera hecho gol. El balón transitaba el centro del campo, pero en la tribuna, los casi mil hinchas blancos celebraban y saltaban. ¿Y entonces? Quindío acababa de anotar en Pasto y, de paso, sacaba al Cúcuta.

Mientras en la cancha, los jugadores 'motilones' celebraban su supuesta clasificación, en el banco técnico, Pedro Sarmiento y sus auxiliares se agarraban la cabeza. No daban crédito a lo que sucedía. Pese a ganar 2-1 en Palogrande, en el último minuto se quedaron por fuera de los cuadrangulares.

Uno a uno, los jugadores cucuteños se dieron cuenta de lo que pasaba. Meneando la cabeza, maldecían su suerte. En el fútbol, cuando se depende de otros resultados, a veces de nada sirve cumplir con la tarea propia.

Ayer en el Palogrande, Cúcuta hizo su misión. Tenía que ganar el partido y así lo realizó. Claro, si hubiera hecho un tercer gol tal vez ahora los que se estuvieran lamentado serían los del Quindío.

El Once se despidió con derrota

Lo que son las cosas del fútbol. Ayer el Once Caldas hizo, de lejos, el mejor partido del Torneo. Tuvo para golear al Cúcuta Deportivo, pero la buena actuación del arquero Leandro Castellanos, impidió la victoria del local.

En la cancha, desde el pitazo inicial, el necesitado de clasificación parecía el Once. El equipo mostró buen juego colectivo y dominó, a placer, en el terreno de juego. En esa búsqueda del gol, un zurdazo de tiro libre de Luis Núñez abrió la cuenta en el minuto 20. Antes, a Fano le habían anulado uno por supuesto fuera de lugar.

¿Y Cúcuta?

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Perdido en la cancha. Sólo, a falta de 3 minutos para acabar el primer tiempo, un centro al área lo capitalizó Bréiner García para anotar el empate.

Para la segunda etapa, la misma tónica. El Once encima y generando opciones. Pero de nuevo, el arquero Castellanos salvó cinco ocasiones claras de gol. Con la igualdad, Cúcuta quedaba eliminado. Sin embargo, apareció Matías Urbano y anotó el de la victoria. Fiesta en la tribuna sur, donde casi 600 hinchas 'motilones' celebraban la clasificación.

Pero apareció, muy lejos del Palogrande, Iván 'Champeta' Velásquez, quien con el segundo para el Quindío sobre el Pasto dañó la fiesta cucuteña.

En el fútbol, cuando se depende de otros, las cosas pueden terminar mal.

¿Y el Once? a pensar en la era Bernal. Esta campaña dejó al equipo en el puesto 15 con 19 puntos, sólo cuatro más que Tolima, último.

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La patria