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Vuelta olímpica son las dos palabras que anhelan los jugadores de Nacional y los 45.087 hinchas que acudirán hoy al estadio.
En el deporte no es conveniente ensillar sin tener la bestia, pero cuando usted gana 3-0 de visitante, es el mejor equipo del año, va camino a escribir la historia con los pies, ha conseguido 103 puntos a lo largo del año y tiene mejor nómina que el rival, es inmanejable ser triunfalista y decirle a la mente que se controle.
Pero cuando esa última se encuentra invadida del color verde e iluminada, como en esta ocasión, por una estrella que se le escapó desde el domingo al firmamento para aterrizar esta noche en el Atanasio Girardot.
Allí el técnico Óscar Quintabani y sus pupilos le preparan un gran recibimiento, están dispuestos a mimarla y a asegurarle un lugar especial en el escudo del plantel que nació hace 60 años y hace rato es el mejor del país por solidez económica, calidad de sus integrantes, manejo directivo y por contar con la mejor fanaticada de Colombia.
La cita será a las 8:10 p.m. y no le digo a usted lector que lo espero allá porque desde ayer se agotó la boletería y cuando empiece el estadio no habrá puesto para nadie en el estadio. Lo que si puede hacer es gozar desde la casa y celebrar sanamente con los suyos y por la ciudad porque solo una hecatombe evitará que Nacional sea el bicampeón.
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