"Queda claro que lo del Cúcuta Deportivo no es producto de la improvisación o la suerte, es un trabajo liderado por gente que quiere ganar y hacen todo lo necesario para lograrlo"
La historia futbolística colombiana ya le abrió un importante espacio al Cúcuta Deportivo, de campeón del Ascenso pasó directamente al título de la A y sin escalas se metió en la segunda fase de la Copa Libertadores, siendo hoy el único representante de nuestro fútbol a nivel internacional, además de ostentar el liderato de la competencia doméstica a falta de tres fechas para la culminación del primer segmento.
Sin duda, esta secuencia ganadora en año y medio, es producto de una suma de factores positivos bien lejanos del albúr, la suerte y los intereses personales. A la cabeza de este proyecto se puso la máxima autoridad del municipio, Rámiro Suárez Corzo, quien cansado de los aventureros, que habían llegado a esos lares buscando llenarse los bolsillos a cuenta de la pasión de la región, dijo ¡Basta¡, arrancando personalmente un manejo que ya le ha dado créditos deportivos, económicos y de amplio desarrollo a la capital de uno de los departamentos más importantes del país.
Los grandes equipos de fútbol del mundo se construyen de la misma forma: un líder ganador, serio, trabajador y que piense en el equipo, al mando de lo administrativo; un técnico ganador, que trabaje con las herramientas que escoja, sin presiones diferentes a lo deportivo y procurando siempre el beneficio del club; más unos jugadores comprometidos con las metas trazadas.
Esa es la receta de los ganadores y la que el Cúcuta Deportivo muestra como la razón de ser de su éxito. Una prueba fehaciente de lo enunciado fue lo sucedido cuando Jorge Luis Pinto dejó el cargo como campeón y pasó a la Selección Colombia.
Por esas épocas cayeron todo tipo de bichos a los alrededores del alcalde, buscando poner al reemplazante en la dirección técnica con el fin de satisfacer intereses ajenos a lo que el equipo necesitaba y sacar partido del éxito ajeno.
Pero se encontraron con alguien que se sostuvo en el plan de dirigente serio, impermeable a lo que otros pretendían, realizando la mejor elección en ese momento y era darle el cargo a quien les disputó el lugar de preeminencia que disfrutaban.
Así fue que Jorge Luis Bernal llegó para continuar con la semilla sembrada, haciéndole los agregados que ya la patria futbolera le ha reconocido. Fue un momento crucial para asegurar la continuidad del proyecto ganador.
Queda claro que lo del Cúcuta Deportivo no es producto de la improvisación o la suerte, es un trabajo liderado por gente que quiere ganar y hace todo lo necesario para lograrlo, además cuenta con el respaldo de una hinchada que en cada partido demuestra su respaldo a lo que se realiza bien.
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